POLITICA
antes del anuncio con europa

Macri se mostró con los líderes del G20 y habló de un rumbo que se consolidará

En tono electoral, el Presidente aseguró en el plenario de la cumbre que están “corrigiendo los desbalances de la administración anterior”. Charlas con Trump y Macron, entre otros.

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Momentos. Macri aprovechó cada oportunidad durante la jornada para interactuar con sus pares. | Presidencia

Libre de la presión de ser el anfitrión y garante de la concordia en la Cumbre del G20, el presidente Mauricio Macri se abocó ayer en Osaka, Japón, al papel que más cómodo le sienta en los eventos internacionales: el de mostrarse como el líder de una Argentina que volvió a la mesa del mundo, como indica el manual de estilo de Cambiemos desde su primer foro de Davos en enero de 2016.

La firma del acuerdo político entre el Mercosur y la Unión Europea es el gesto simbólico que perseguía  desde entonces. Y el broche de oro para una negociación cuya proclamación se le había escapado ya en dos oportunidades, ambas como local: en la ministerial de la Organización Mundial del Comercio, en diciembre de 2017, y en la edición del G20 en Buenos Aires, el 30 de noviembre y 1° de diciembre del año pasado.

En boca del Gobierno, que se haya avanzado en sus tres años y medio lo que no se pudo en más de una década es sintomático con su plan de “inserción inteligente”. Porque también la política exterior pesa en el relato de campaña.

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Durante su intervención en la sesión inaugural, Macri no solo se dirigió al mundo sobre desafíos colectivos. También le habló al mundo de la Argentina de Cambiemos. Un mensaje hacia el exterior con eco doméstico en clave electoral.

“Tengo la certeza de que este rumbo que elegimos los argentinos va a consolidarse cada vez con más fuerza de cara al futuro”, prometió ayer Macri y aseguró que “después de un 2018 difícil, hay buenas noticias sobre el rumbo de nuestra economía”.

El Presidente señaló además que “ya se están viendo signos de leve mejoría, empezando a dejar atrás la recesión y los desequilibrios que afectaron a nuestra economía durante años” y que, de este modo, se estaban “corrigiendo los desbalances acumulados durante la administración anterior, que dejaron a tantos argentinos en la pobreza y nos impidieron crecer”. Por último, indicó que “el país está listo para beneficiarse de las reformas estructurales que impulsamos durante estos últimos tres años y medio”.

Macri aprovechó la previa del plenario para fotografiarse en diálogos ocasionales con el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, la canciller alemana, Angela Merkel, la todavía premier británica, Theresa May, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, el italiano Giuseppe Conte, el presidente chileno, Sebastián Piñera, el líder español Pedro Sánchez, el de China, Xi Jinping, y el surcoreano Moon Jae-in, entre otros. Incluso hubo un cruce con su par francés, Emmanuel Macron, uno de los que más se resistieron al acuerdo con el Mercosur, aunque el intercambio fue breve y en tono de broma sobre la magra performance de la selección argentina en la Copa América.

Curiosamente, el acuerdo no se tejía en Osaka, donde estaban los líderes de varios países involucrados, sino en el corazón europeo, en Bruselas. Allí se encontraba desde el miércoles el canciller Jorge Faurie por la cumbre ministerial Mercosur- Unión Europea y recibió la orden de cancelar su tramo a Osaka para proseguir las conversaciones y allanar el camino a la declaración política.

A las 18.38 de ayer en Bélgica, el salón estalló en aplausos tras dos largas jornadas. Era la 1.38 de la mañana del sábado en Japón. Había acuerdo.