La percepción más generalizada es que el vicepresidente Amado Boudou sería culpable en el caso por la compra de la ex imprenta Ciccone, según muestra una encuesta realizada por González Valladares Consultores y MGMR para PERFIL entre el jueves y el viernes de esta semana, antes de que se conociera el procesamiento decretado por el juez federal Ariel Lijo.
Una amplia mayoría (66,3%) indicó que si Boudou fuera finalmente condenado, el fallo abriría la posibilidad de investigar otros hechos de corrupción. Sin embargo, el sondeo refleja que la mayoría de los consultados no cree que sea el primero de una seguidilla de procesamientos masivos al estilo del proceso conocido como “mani pulite” (manos limpias), que resultó en el enjuiciamiento de primerísimas figuras de la política italiana en la década del 90. De hecho, el mayor número de los consultados estima que el caso contra Boudou no derivará en una condena, a pesar de que cerca del 60% de los encuestados se inclinó por la culpabilidad del vicepresidente.
Uno de los datos más interesantes es que la amplia mayoría de los encuestados está al tanto del resonante caso que enfrenta el vicepresidente: la suma entre quienes indican estar “muy informados” sobre el caso y aquéllos que dijeron estar “algo informados” alcanzó cerca del 80% de las respuestas. De esa forma, el sondeo contradice en parte la idea de que el Mundial de Fútbol pudiera reducir el conocimiento público sobre el caso.
La percepción sobre culpabilidad arroja datos preocupantes para el primer vicepresidente en ejercicio que fue indagado en la Justicia y que, desde el viernes, es el primero en ser procesado. Poco más del 60% de los consultados consideró que el funcionario participó en una maniobra para comprar la empresa calcográfica que se ocupa de imprimir billetes. Poco menos del 20% respondió que es inocente.
En concordancia con dicha percepción, la encuesta muestra que la estrategia de defensa desplegada por Boudou y sus abogados tiene una baja credibilidad. Ante la pregunta sobre la veracidad de la declaración indagatoria del vicepresidente, en la que se declaró inocente y cargó responsabilidades sobre otros imputados, las respuestas arrojaron que poco más del 60% cree que mintió.
A pesar de que una amplia mayoría de los encuestados apunta hacia la culpabilidad del hombre que secundó a Cristina Kirchner en la fórmula ganadora de la última elección presidencial, hay dudas sobre el desenlace del caso. El 31,1% consideró que será “resuelto” por la Justicia, mientras que el 57,5% expresó que considera que la causa terminará archivándose. En concordancia, el 59,9% cree que Boudou será absuelto y sólo el 20,6% estimó que resultará condenado, mientras que el 19,5% dijo no saber cuál será el veredicto final.
También hay una mirada escéptica sobre la posibilidad de un nuevo período de activismo judicial que pueda poner en aprietos a la clase política argentina, como ocurrió en Italia durante el mani pulite. Sólo uno de cada cuatro encuestados cree que ocurrirá algo similar, mientras que poco menos de la mitad cree que no habrá una seguidilla de enjuiciamientos.
El resultado de este proceso parece ser un factor clave para determinar si habrá más investigaciones en los casos por corrupción que enfrenta la gestión de Cristina Kirchner.
La mayor parte de los consultados (66,3%) cree que una eventual condena permitiría que otros funcionarios sean investigados. En tanto, un porcentaje menor pero también mayoritario respondió que se cerraría la puerta a futuras investigaciones en caso de que el proceso resultara en la absolución del vice.