En el caso Ciccone Calcográfica queda por ahondar la ruta del dinero, es decir, cómo se financió la empresa The Old Fund (TOF) para levantar la quiebra y quedarse con la imprenta. En el auto de procesamiento, el juez federal Ariel Lijo le dedicó nueve páginas a explicar de dónde provinieron algunos fondos, a desmitificar versiones de la defensa de Amado Boudou y a dejar abiertas algunas otras pistas que faltan cerrar.
El documento arranca poniendo en duda la versión de Boudou sobre que los fondos los puso el ex banquero Raúl Moneta. “Como se mostrará a continuación, la prueba obrante en autos pone en serias dudas la veracidad de la primera aseveración relativa a los fondos, aunque corresponde profundizar las medidas de prueba para determinarlo”, dice. Es que lo que quería probar Boudou al involucrar a Moneta era que, si la plata la había puesto el ex banquero, The Old Fund era del propio Moneta. El juez pone eso en duda, pero no lo niega rotundamente.
Para el tribunal queda claro que hay dos montos de procedencia cierta que recibió TOF, uno por la reestructuración de la deuda de Formosa y otro por la impresión de las boletas del Frente para la Victoria en las elecciones de 2011. Sin embargo, para el juez, la empresa que presidía Alejandro Paul Vandenbroele recibió dinero cuya procedencia fehaciente aún resta determinar. Varios depósitos hechos en efectivo aportados por Facimex Bursátil y varios millones aportados entre el 20 de julio y el 9 de marzo de 2012, a través de la Cooperativa de Crédito Marítima del Sur Limitada.
Según dice el escrito, TOF desembolsó 567 mil pesos y 1,8 millones de pesos en el expediente de la quiebra, y le devolvió 1,8 millones a London Supply “una vez que la firma decidió salirse del negocio”. “El origen de ese dinero también es poco claro”, dice Lijo.
Los fondos de más dudosa procedencia, es decir, los de Facimex y de la Cooperativa, se depositaron en octubre de 2010, “es decir casi dos meses después de que TOF adquiriera Ciccone Calcográfica”, dice el escrito. Para el juez, los fondos dudosos aportados por la Cooperativa de Crédito Marítima del Sur Limitada provenían aparentemente del Banco Macro. “La Cooperativa habría realizado una mera intermediación financiera entre el Banco Macro y sus asociados, debido a que contaba con un escaso capital social que no le permitía los volúmenes de los préstamos solicitados, recibiendo anticipadamente los fondos de las cesiones de los valores en el Banco Macro”, explica el juez.
Allí aparece la figura central de Jorge Brito, el dueño del Banco Macro. También aparece Moneta. Según dice el escrito, la versión de que quien puso el dinero fue Moneta está plagada de inconsistencias. Otras empresas aparecen en la financiación de TOF y son: Federalia Sociedad Anónima, Maxifarm y Mayer Business Corp. Más allá de todo, el magistrado dice que, sea quien fuere el que haya puesto el dinero, eso no cambia la situación de los procesados.