La precandidata a diputada nacional por Juntos, María Eugenia Vidal, realizó el martes 31 de agosto una comparación sobre el consumo de drogas en el AMBA y sentenció que no es lo mismo "fumarse un porro en Palermo que en la 1-11-14".
"Estoy a favor de la libertad y de que cada uno puede decidir qué hacer. Pero hay dos realidades muy distintas: una cosa es fumarte un porro en Palermo y otra vivir en la 21-24, en Zabaleta, en la 1-11-14, rodeado de narcos que te ofrezcan", dijo Vidal a Filo.News.
Al respecto, agregó: "Son dos caminos completamente distintos. Estás situaciones pueden significar una noche con amigos, relajado, o con tu pareja y la otra un futuro sin oportunidades, sin ir a la escuela o habiéndola dejado".
Manteniendo el foco en el consumo de cannabis, la precandidata a diputada porteña sostuvo que "para esos pibes la marihuana no es un consumo ocasional y de recreo, plenamente elegido, sino que es parte del inicio de un camino mucho más jodido y más duro".
“No me lo cuenta nadie, vi esas realidades, y me parece que no estamos, por esos pibes, listos para eso”, dijo para dar por cerrado el tópico. Acto seguido, Vidal decidió hablar sobre la nueva generación de artistas musicales y puso el foco en L-Gante.
“Escuché a L-Gante, pero a partir del discurso de Cristina (Kirchner). No lo conocía y me empecé a interesar a partir de eso. Y ahora, a través de mi hijo que tiene 13 estoy empezando a abordar el género del trap y el freestyle", admitió
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"Él hace freestyle, publica lo que hace y me encanta, así que empecé a ver las batallas. Es un mundo que también está bueno" remarcó y concluyó: "Me gusta escuchar todo mientras que sienta que es buena música. También me gusta la música popular".
Traspolando la conversación hacia el escenario político para las PASO, habló sobre el liderzago en Juntos por el Cambio. Consideró que dentro del partido "hay varios liderzagos", a la vez que criticó: “Me llama la atención que me sitúen entre las palomas".
Y añadió: "No me siento parte de ese lugar. Yo siempre creí en las peleas que había que dar, las di siempre y nunca, nunca me me dio miedo, ni medí, ni calculé, ni especulé. Por eso terminé viviendo en una base militar durante cuatro años”.
En los últimos tramos de la entrevistas, y en relación a otras atribuciones, habló del apodo "Heidi": "Fue el mote que intentaron ponerme los machos de la provincia cuando me presenté de candidata a gobernadora, porque creían que era una forma de subestimarme".
JFG / ED