A su regreso del Mundial de Qatar, en diciembre a Mauricio Macri le espera la presentación de un libro. Se trata de Raíces, que escribió su mujer Juliana Awada sobre el “bienestar”, recetas naturistas y consejos para una vida saludable. El lanzamiento supondrá una nueva foto con parte del círculo rojo que el ex presidente suele cuestionar y será un escalón entre el fútbol y su fin de año en Cumelén, el country club de Villa La Angostura.
Con todo el ex presidente tuvo una semana con otro raid de reuniones políticas y recorridas. Sin dar certezas sobre su Segundo Tiempo, viene siendo muy duro en privado con un sector de la UCR. En particular, con el titular del centenario partido, Gerardo Morales (gobernador de Jujuy) y con el senador nacional, y precandidato a jefe de Gobierno, Martín Lousteau.
Con Morales viene teniendo fuertes cruces en medios de comunicación. Desde lo ideológico conceptual, pero también con un pasado de tensiones cuando estaba en Casa Rosada, Macri lanza críticas al sector progresista de la UCR.
También con Lousteau tiene sus reparos. Se los expresó el jueves en un encuentro a solas a la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, quien le llevó encuestas y le contó su plan para instalarse como una de las que competirá por la sucesión a Horacio Rodríguez Larreta. “No podemos dejarle la Ciudad a los radicales”, le dijo el ex presidente en el encuentro a solas que se extendió más de una hora.
En cuanto a los radicales que sí le caen en gracia, el miércoles estuvo en Goya, Corrientes, con el gobernador radical Gustavo Valdés, quien viene coqueteando con ser vice de alguna fórmula. Allí tuvo una comida con doscientos empresarios y presentó su nuevo libro Para qué. Valdés, al igual que otros radicales como Martín Tetaz y el cordobés Rodrigo de Loredo, forman parte del radicalismo que más le agrada al ex jefe de Estado. De manera extraña se trata de dos diputados que trabajan bajo las órdenes de Emiliano Yacobitti, quien a su vez sustenta la campaña de Lousteau en la Ciudad. Con todo, De Loredo lanzó su candidatura a gobernador con ese apoyo decisivo sabiendo que su contrincante, Luis Juez, no pasa por el mejor con Macri.
De todas formas, el jueves el ex jefe de Estado volvió a dar otra foto política: recibió a Cristian Ritondo, jefe del bloque del PRO y precandidato a gobernador bonaerense, quien venía de organizar una cumbre de dos días en Pinamar con más de cien dirigentes, intendentes y diputados para presentar sus equipos técnicos. Ese encuentro lo cerró María Eugenia Vidal, quien venía de Formosa (ver nota).
En el cónclave hablaron del “Para qué” bonaerense, como tituló Ritondo a su convocatoria. Se sumaron el diputado Hernán Lombardi y el legislador provincial Alex Campbell.
Ayer por Radio Mitre, Macri aprovechó para plantear que “hay una tensión positiva porque se está discutiendo el ‘para qué’ vamos a volver al poder”. Entrevistado por Jorge Lanata también dijo que “no es lo mismo que gane Bullrich o Larreta porque cada uno tiene su estilo”. Y agregó que “se está provocando el colapso del populismo, este es el fin del kirchnerismo como lo hemos conocido. No va a volver a ser una expresión mayoritaria, va a venir un nuevo cambio de paradigma”, expresó.
Allí también fue muy duro con Cristina Kirchner: “Ella habla del diálogo, del futuro, y destruye algo más de la institucionalidad. Lo que hizo en el Congreso el otro día no tiene precedentes. No tiene precedentes sublevarse ante un fallo de la Corte e insistir en nombrar a alguien que no le corresponde estar en un Consejo de la Magistratura”.
Mientras termina las maletas para viajar al Mundial como titular de la Fundación FIFA, pero sobre todo como fanático del fútbol, aprovechó sus últimos días en la Ciudad y estuvo en la presentación de su candidatura a Boca Juniors de un estrecho colaborador histórico: Andrés Ibarra.
Ex gerente general del club cuando Macri lo presidía, y luego vicejefe de Gabinete con Cambiemos, Ibarra le regaló la camiseta número 9, su preferida y presentó la agrupación “Pasión y Gestión” que lo tendrá como candidato. En la presentación estaba Daniel “el Tano” Angelici. El ex funcionario espera que haya unidad para enfrentar a Juan Román Riquelme.
