El presidente Mauricio Macri no viajará a Brasil para presenciar la asunción del mandatario electo Jair Bolsonaro el 1 de enero, como se había anticipado, ya que se quedará de vacaciones en la Patagonia junto a su familia, celebrando el nuevo año.
De esta manera, se postergará el primer encuentro cara a cara entre los mandatarios que, según contó el canciller Jorge Faurie, dialogaron en algunas ocasiones por teléfono sobre las problemáticas del Mercosur y la posibilidad de abrir un acuerdo con la Unión Europea.
Así lo confirmaron fuentes de Casa Rosada a PERFIL, que explicaron que el mandatario pasará el fin de año en el sur argentino, aunque aún no se sabe con exactitud el lugar.
"Para nosotros Brasil es nuestro socio más importante, nuestro vecino regional, esto determina que el Presidente entienda que tiene que estar presente como lo harán otros mandatarios", había dicho Faurie días atrás.
El oficialismo, entre la expectativa y la cautela ante la asunción de Bolsonaro
La relación entre el argentino y el brasileño tuvo sus idas y vueltas desde el inicio de la campaña electoral brasileña. En un principio se habló de un apoyo a Fernando Haddad, exintendente de San Pablo de buena relación con Macri en su etapa como jefe de Gobierno porteño. Pero Cambiemos quiso evitar apostar en público por un candidato y luego quedar en offside, como ocurrió con el apoyo a Hillary Clinton en 2016.
Después del triunfo parcial en primera vuelta, el ahora presidente electo brasileño envió gestos positivos al argentino, al enviar "un abrazo a Macri, que terminó con la Dilma Kirchner". Pero el exparacaidista luego comenzó a marcar distancia, acaso como una previa de las negociaciones regionales que deben enfrentar ambos: Bolsonaro eligió a Chile como destino de su primer viaje oficial y luego declinó la invitación de su antecesor en el cargo, Michel Temer, para viajar al G20 en Buenos Aires.
J.D./F.F.
