Parecía una foto más de campaña, pero el peronismo bonaerense le dio su propia interpretación. “Es un mensaje por el cargo con el que se quieren quedar”, explicó un legislador. En la imagen que se difundió el jueves posaban un grupo de intendentes del Conurbano encabezados por Martín Insaurralde junto a Axel Kicillof en su gira por la costa y el candidato a diputado provincial Juan Pablo de Jesús. “No fueron a hacer campaña con Axel, fueron a respaldar a De Jesús y demostrar que tiene la banca para ser el próximo presidente de la Cámara de Diputados”, se quejó el dirigente ante PERFIL. Quien intercede en estas disputas por el poder que empiezan a aparecer no es el candidato a gobernador, sino Máximo Kirchner. Mientras planifica volver a la campaña a mediados de septiembre, el quinto candidato de la lista del Frente de Todos es quien media y contiene a los distintos sectores que integran.
En las últimas semanas, Máximo dedicó parte de su agenda no solo a intermediar en estas peleas que se incrementarán en caso de obtener el triunfo en octubre. También debió cerrar heridas aún abiertas por el cierre de listas de junio y dejar atrás las peleas internas territoriales que se disputaron en las PASO del 11 de agosto. “El amplio triunfo le facilitó la tarea, ahora hay lugar para todos”, reconoce un viejo intendente.
El modo en que llevamos adelante la campaña refleja como queremos llevar adelante el Gobierno. Escuchar y proponer para que el próximo gobierno no sea de excusas sino de buscar soluciones para los y las bonaerenses.#Conesa#RecorriendoBuenosAires#AxelGobernador @haolivera pic.twitter.com/OI6Q71b6uS
— Axel Kicillof (@Kicillofok) September 5, 2019Esto no le gusta a los autoritariosEl ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.Hoy más que nunca Suscribite
Máximo se acercó a los jefes comunales después de la derrota de 2015 y supo construir un vínculo de confianza que dejó atrás el poco vínculo que supo tener Cristina Kirchner durante su presidencia. Desde la elección legislativa de 2017, los intendentes peronistas de la provincia de Buenos Aires se transformaron en los principales sostenedores de la figura de la ex presidenta. Ahora buscan que esa lealtad se pague.
Con el cierre de listas, algunos de los que reclamaban lugares para la Legislatura bonaerense quedaron heridos. Pero al ceder nombres, pidieron cargos en un posible futuro gobierno. No solo reclaman áreas de gestión en el gabinete provincial, sino también en el nacional. Ante la posibilidad del triunfo en octubre, se entusiasman con que sus pedidos se cumplan. Pelean contra dirigentes que representan a los movimientos sociales como Fernando “Chino” Navarro y con el último en subirse a la alianza electoral, Sergio Massa. A pesar de que el tigrense fue uno de los más beneficiados en las boletas, también pidió lugares y el control de algunas de las principales cajas de la provincia. Algunos legisladores fueron a golpearle la puerta a Alberto Fernández para reclamar espacios en la provincia, pero la respuesta que obtuvieron es que debe ser Máximo el encargado de atenderlos.
Máximo mantiene el diálogo constante con su madre, Cristina Kirchner, y con Alberto Fernández
El diputado mantiene el diálogo constante con su madre, Cristina Kirchner, y con Alberto Fernández sobre la campaña nacional pero concentra su atención en el futuro de la provincia de Buenos Aires. Habla a diario con Kicillof y mira los números de la Provincia. Repite que le preocupa la deuda en dólares que dejará María Eugenia Vidal pero confía en que “teniendo el gobierno nacional y provincial, vamos a sacar a los bonaerenses adelante”. La relación será distinta a la que tenían con el ex gobernador, Daniel Scioli.
Pero Máximo no descuidará su propia campaña, que planifica empezar en diez días. El candidato a diputado hará sus propios actos en los que habla a la militancia. Es el postulante más duro del Frente de Todos, con fuertes críticas al manejo de la economía, sobre todo a la deuda con el Fondo Monetario Internacional. Su discurso de campaña está lejos de su rol de contenedor que mantiene en la Provincia para que la unidad siga en pie.