"Después de noventa días de terca insistencia en una medida que el propio gobierno juzgó tan errónea como para desprenderse de un ministro de Economía, la señora de Kirchner ha encontrado una coartada para su política confiscatoria: asegura que dedicará una parte de lo que le quita al campo y al interior en impuestos sobre la exportación de soja a hacer hospitales, viviendas y caminos", sostuvo ayer el ex presidente Carlos Menem, luego del discurso de la Mandataria en la Casa Rosada.
Para Menem, "la disparatada lógica del gobierno hace depender ahora esas obras de la suerte de lo que ha llamado un yuyo, cuyo cultivo se propone desalentar. La señora propone extender lo que ella considera una plaga para hacer lo que el gobierno debiera estar haciendo ya con los ingentes recursos de que dispone sin necesidad de la gabela confiscatoria que defiende".
"La señora de Kirchner promete obras descentralizadas”, señaló Menem, considerando que esa "es otra coartada para justificar la confiscación centralizada: el impuesto llamado retención no es coparticipado. Si las provincias recibieran la distribución coparticipada de todos los gravámenes no haría falta la mezquina caridad centralista del gobierno, que usa los recursos del interior para someter a sus autoridades. El “reparto descentralizado” está condicionado a la obediencia al oficialismo: las provincias pueden dar fe de ello".
Finalmente, Menem consideró que "el gobierno invoca a los pobres mientras con la inflación los multiplica. Sólo busca doblegar a la Argentina interior y al campo. El gobierno le ha declarado la guerra al complejo agroindustrial, el sector más competitivo del país, el que más puestos de trabajos crea, la clave para la inserción de nuestra nación en el mundo y para generar y distribuir riqueza y bienestar".