Mientras afuera sigue el debate, adentro Botnia trabaja a pleno
Con las calderas en funcionamiento,
la pastera estaría en condiciones de producir a full desde el lunes. Tendrá una
capacidad de producción anual de un millón de toneladas de celulosa.
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Cedoc
El presidente uruguayo Tabaré Vázquez dio vía libre para la puesta en marcha de la pastera Finlandesa Botnia y en conflicto diplomático con Argentina se agudizó. Mientras que desde Gualeguaychú se pueden ver las chimeneas de las plantas humeando gases a los cuales los ambientalistas consideran tóxicos, dentro de la planta las calderas funcionan a tiempo completo y se espera que el proceso de elaboración de pasta de celulosa esté en condiciones de producir a full desde el lunes.
“Estamos poniendo en marcha una de las plantas de celulosa más modernas del mundo y que será un ejemplo de desempeño ambiental”, explicó por medio de un comunicado el presidente de la planta, Erkki Varis, a pesar de que los asambleístas de Gualeguaychú no se encuentran conformes con la supuesta optimización del sinfín de informes de impacto ambiental generados por la pastera.
La planta, según averiguó PERFIL, tendrá una capacidad total de producción anual de un millón de toneladas de celulosa, cifra que supera la producción anual de las 60 plantas que existen en la Argentina.
Para sostener el nivel de producción, el proceso necesitará succionar del río Uruguay unos 300 millones de metros cúbicos anuales de agua. Casi todo el producto generado será exportado principalmente a los mercados europeos y asiáticos.
Las aguas que se vuelven a verter al río son tratadas en ocho piletones luego de un proceso que emplea varios productos químicos como el ácido sulfúrico, dióxido de cloro, oxígeno, peróxido de hidrógeno y soda cáustica.
El blanqueo es el proceso que más controversias genera entre los asambleístas, pues es allí de donde podrían surgir los malos olores y donde se generarían los contaminantes que desembocarán en el río Uruguay.
