Mientras los principales gremios docentes ratificaron el paro previsto para la semana que viene en reclamo de mejores salarios, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner defendió la política educativa de su Gobierno, que estableció, según ella, "un piso mínimo" en la paritaria nacional e invirtió "19.000 millones de pesos en los salarios docentes".
"¿Qué pedían los docentes?. Que hubiera un posicionamiento sobre el salario mínimo. Bien, eso fue lo que hicimos", aseguró la mandataria en su discurso ante la Asamblea Legislativa para inaugurar el 131º período de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación.
Según Cristina, el Estado nacional "invirtió más de 19.000 millones de pesos en los salarios docentes y no docentes" en las universidades nacionales. La mandataria enumeró luego los logros del kirchnerismo desde 2003: la construcción de "597 escuelas nuevas", las que se sumarán "250 más" en 2013. Estimó que para "el año que viene" habrá "más de 2.000 nuevas escuelas en todo el país".
La mandataria adjudicó dicho crecimiento a "la ley de financiamiento docente", que llevó la inversión en educación de un "3.64 por ciento" del PBI en 2003 a un "6,50 por ciento" durante 2012. "Uno de los objetivos iniciales de este Gobierno fue levantar la educación en todos sus niveles primario, secundario, terciario y universitario", manifestó.
No es la primera vez que Cristina alude a las conflictivas paritarias docentesdesde el Congreso: en 2012, también al inaugurar las sesiones ordinarias, y en plenas negociaciones, apuntó que tenían "tres meses de vacaciones" para descalificar sus reclamos salariales, lo que provocó indignación entre los gremios.
Rehenes. Roberto Baradel, jefe de los docentes bonaerenses de SUTEBA, afirmó tras el discurso que los sindicatos "no queremos ser rehenes de una puja política". Fue en respuesta al gobierno provincial de Daniel Scioli, que argumenta que no tiene los recursos para ofrecer un aumento superior al 22 por ciento en tres tramos.
El gremialista, en diálogo con la agencia DyN, acotó que la negociación que arrancó el 14 de enero "viene mal, es muy compleja y no tenemos perspectiva de una nueva reunión" con los gobernantes provinciales.