A menos de una semana de la cumbre de líderes del G20, cuando ya están llegando al país los primeros vuelos de las delegaciones internacionales, el Gobierno ultima detalles para un operativo “rompehuelgas” ante el conflicto con gremios aeronáuticos. Las medidas de contingencia se vienen preparando hace meses, pero ahora ganan fuerza ante las acciones sindicales de los últimos días. Fuerzas de seguridad civiles y militares se preparan para reemplazar a trabajadores en puntos críticos de la logística aeronáutica, para evitar un papelón internacional en medio del evento que contará con la presencia de los principales líderes mundiales.
Esto ocurre con el trasfondo de una virulenta pelea entre las autoridades y los Sindicatos Aeronáuticos Unidos, que motivó un llamado a huelga y la cancelación de 371 vuelos de Aerolíneas Argentinas y Austral el próximo lunes.
Este jueves, personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) realizó ejercicios en Aeroparque que incluyeron el manejo de equipaje, rodaje de aviones en pista y otras operaciones junto a personal de la firma Intercargo. Estos entrenamientos tienen un doble propósito. Por un lado, preparar al personal para que junto con empleados jerárquicos pueda responder ante una medida de fuerza gremial durante los días en que llegarán decenas de aviones con las delegaciones y sus apoyos logísticos. Por el otro, es parte del entrenamiento requerido para lidiar con amenazas de bomba o situaciones que demanden, por razones de seguridad, retirar al personal civil.
En octubre, una resolución conjunta de los ministerios de Seguridad, Transporte y Defensa, estableció la base reglamentaria para este operativo, donde está ya implícito el plan de contingencia ante una huelga. La resolución 2/2018 dispone que personal de la Fuerza Aérea podrá ser requerido por el Ministerio de Seguridad, “frente a la interrupción, reducción o afectación por cualquier vía de los servicios aeroportuarios”. La resolución señalaba que la Fuerza Aérea debía poner a disposición el personal de la Dirección de Líneas Aéreas del Estado del Ministerio de Transporte para garantizar que los efectivos tuvieran “las certificaciones necesarias para estar en condiciones de cumplimentar lo ordenado en el artículo que antecede”.
Desde esta cartera se indicó a PERFIL que “hace un año se suscribió un acuerdo entre PSA, Intercargo y Aerolíneas Argentinas para que en caso de amenazas a la seguridad, el servicio logístico de los aeropuertos pueda ser afrontado por la PSA” y que se han capacitado “50 efectivos para dichas tareas”, sin hacer referencias al problema de las huelgas. Sin embargo, el uso de personal militar y de la PSA frente a huelgas ya tiene antecedentes recientes. En 2016, por un paro de los controladores aéreos, el juez Julián Ercolini dispuso la intervención por la fuerza y el desalojo de los trabajadores. Las operaciones pasaron a ser controladas por personal jerárquico y de la Fuerza Aérea.
Logística internacional. En un contexto de fuerte conflictividad gremial, y tras el apoyo ofrecido ayer por Pablo Moyano y el Frente Sindical a los Sindicatos Aeronáuticos Unidos, la perspectiva de una intervención del personal militar en las operaciones para reemplazar a trabajadores se hace más probable. Máxime cuando ya se detectaron los primeros vuelos logísticos a aeropuertos de Argentina y Uruguay, para preparar la llegada de líderes internacionales como Donald Trump (EEUU.), Vladimir Putin (Rusia), Angela Merkel (Alemania), Emmanuel Macron (Francia), Theresa May (Reino Unido), Narendra Modi (India) y Tayyip Erdogan (Turquía), entre otros.
El jueves, se detectaba la primera llegada de un avión de carga de los Estados Unidos Boeing C-17 Globemaster III a El Palomar, mientras que el martes otra unidad había aterrizado en Mendoza. En tanto, un avión carguero de Arabia Saudita Boeing 777 había hecho lo propio el lunes, en este caso en Ezeiza.
El avión saudita trajo material para esperar al polémico principe Mohamed Bin Salman, envuelto en un escándalo por el asesinato en el consulado de su país en Turquía del periodista Jamal Khashoggi. También llegaron el jueves al Aeropuerto de Carrasco, Montevideo, dos C-17 norteamericanos. El país vecino será la base de operaciones de una flota de cazabombarderos supersónicos F-18 de los Estados Unidos. Se eligió esta opción porque fue mucho más sencilla la aprobación para la llegada de fuerzas extranjeras en ese país que lograr el visto bueno del Congreso en Argentina.
La delegación de los Estados Unidos será la más grande y la que aportará mayor material militar para suplir las deficiencias argentinas en este campo. Entre otras unidades que desplegará, aportará dos aviones Boeing E-3A Sentry de control aéreo avanzado que se complementarán con los radares del Invap que desplegará la Argentina.
Junto a Rusia y Turquía, serán los tres países que traerán un vehículo propio para el traslado de sus mandatarios. En el caso de Trump traerá su limusina blindada, conocida como “La Bestia”. Otras delegaciones tendrán un arribo más discreto, como es el caso de Alemania, que sólo traerá el avión presidencial que utiliza Angela Merkel con su delegación para el inicio de la cumbre.
Más de 370 vuelos cancelados
Una reunión en la sede de Smata y un fuerte comunicado marcaron ayer el apoyo del Frente Sindical, el sector cegetista más duro, a los Sindicatos Aeronáuticos Unidos y su llamado a huelga a cinco días del inicio de la cumbre del G20. “Denunciamos que las acciones que lleva adelante el Gobierno de Mauricio Macri solo tienen un objetivo, la destrucción de Aerolíneas”, declararon los sindicalistas del Frente que lideran los Moyano, Ricardo Pignanelli y Sergio Palazzo.
Ayer, Pignanelli y Pablo Moyano acompañaron a los referentes aeronáuticos durante una reunión en el gremio metalmecánico. También advirtieron que el conflicto puede escalar e incluso acentuarse durante la cumbre de líderes internacionales. Los gremialistas aeronáuticos denuncian que el Gobierno busca la escalada, al no aplicar la conciliación obligatoria tras la suspensión de 376 trabajadores en respuesta a una huelga.
Por esta medida, Aerolíneas anunció que cancela 371 vuelos, afectando a unos 40 mil pasajeros. Además del paro del lunes, habrá el martes 27 otra medida de fuerza decretada en este caso por la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte, que llamó a realizar asambleas en todas las ramas del transporte que afectarán todos los servicios aéreos, marítimos y terrestres.