Con la jura de los nuevos senadores y diputados se aceleran los tiempos para el oficialismo. Una parte de la ofensiva parlamentaria que diseña la Casa Rosada estará concentrada en diciembre, hasta los últimos días y horas del año. El presidente Javier Milei quiere contar con un presupuesto sancionado por el Congreso antes de que termine 2025. Lleva dos años gobernando con el último aprobado. Fue para el cuarto año de mandato de Alberto Fernández y por esa razón, la letra de esa norma depende, desde hace dos años, de la discrecionalidad del Ejecutivo sobre números licuados por la devaluación acumulada desde 2022. La inédita demora para contar con un presupuesto sancionado es la tensión de fondo con los gobernadores de todas las orientaciones políticas. Por eso la posibilidad de cerrar diciembre con un plan de cuentas nacionales, negociado y aprobado por el Poder Legislativo, es el primero de los objetivos que Milei quiere para el período de extraordinarias.
Dentro de los próximos 15 días el oficialismo buscará ordenar las narrativas vinculadas a la relación con las provincias. Han sido dos años de tironeos de fondos que pusieron en crisis al Consejo de Mayo que el presidente lanzó en la noche del 9 de julio de 2023. Esa instancia está por terminar su tarea y sus resultados serán utilizados por el Ejecutivo para jugarlos en el Congreso. El objetivo es que el arranque de los debates que se vienen tengan un marco de legitimidad previa que le permita al Gobierno, además, evitar que toda la puesta en escena del postergado Pacto de Mayo y su posterior Consejo queden en la ciénaga de las promesas incumplidad.
La fecha límite para presentar el documento final es el 15 de diciembre. Por ahora sólo circulan borradores con muy pocas chances de que incluyan dos puntos establecidos en el pacto: la reforma previsional y un nuevo esquema de coparticipación federal. El Gobierno presentará su texto el 9 de diciembre. El cronograma en Diputados apunta a retomar el dictamen de la Comisión de Presupuesto que había quedado hace dos semanas, incluir cambios y conseguir un nuevo dictamen a partir del 11 de diciembre, con una posible sesión prevista para el 16. Luego pasaría al Senado, con un margen de maniobra que apunta al 28 o 30 de diciembre con una sanción final.