En el freezer. Ese es el lugar donde Hugo Moyano, titular de la CGT, y su gente pretenden colocar al candente conflicto que se desató tras los incidentes en el acto del 17 de octubre cuando trasladaron los restos de Juan Domingo Perón a su quinta en San Vicente. Después de una complicada semana que hizo tambalear a la cúpula de la CGT, se suspendió ayer una reunión del consejo directivo de la central obrera anunciada para hoy.
¿La causa? Viajes al exterior. Así lo anunciaron voceros en la central de la calle Azopardo a la agencia DyN, quienes precisaron que varias delegaciones viajarán al exterior esta semana y, a su regreso, se convocará oficialmente al Consejo directivo.
"No habrá reunión del consejo directivo, ni siquiera hubo convocatoria", subrayaron las fuentes.
Por otro lado, representantes de medio centenar de gremios autoconvocados, que responden al camionero, firmaron ayer a la tarde un documento donde repudian "el bochorno con que se pretende desprestigiar al compañero Hugo Moyano y al conjunto de las organizaciones que integran la CGT".
El moyanismo aspira a que, con el correr de los días, se "enfríe totalmente" el cuestionamiento hacia Moyano, por el episodio de San Vicente.
Mea culpa. El titular de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), Andrés Rodríguez, reconoció públicamente ayer a través de una solicitada en los diarios nacionales, que la dirigencia sindical "cometió errores" en los hechos de San Vicente, por lo que pidió "disculpas al pueblo peronista".
En tanto, para mantener el visto bueno del Presidente, el moyanismo no olvidó hoy respaldar la gestión del primer mandatario al señalar que "critican a Moyano porque no le hace una oposición salvaje a la gestión del presidente Néstor Kirchner, correctamente orientada hacia un destino nacional y popular e impregnada de justicia social".
El pronunciamiento cegetista enfatizó que "aquellos que no levantaron la voz contra la dictadura militar o lo que directamente la apoyaron, los mismos que aplaudieron a los gestores del neoliberalismo en los años '90 y a sus continuadores que llevaron al país a la ruina del 2001, son los que hoy se rasgan las vestiduras pidiendo la destitución del Moyano".
"Esos que ayer fueron mercenarios de la espada y hoy son de la pluma no se equivocan de blanco. Pretenden sacar del escenario a quien fuera el principal referente de la oposición al modelo neoliberal", sostiene el documento de ocho puntos.
Los opositores. Sin embargo, desde la vereda de enfrente, voceros del barrionuevismo le restaron importancia al documento y no dudaron en afirmar que "no se reunió el consejo directivo porque el moyanismo no pudo reunir el número suficiente de dirigentes".
"Hasta hora, sólo son nueve los gremios que ofrecen fidelidad a Moyano" y de acuerdo al artículo 50 del estatuto de la CGT para reunir al consejo directivo se necesitan de 17", precisó el informante que prefirió el anonimato.
La ausencia del barrionuevismo en la autoconvocatoria de esta tarde debe ser tomada como una "clara muestra de vaciamiento de poder que esta sufriendo la conducción cegetista luego de los graves hechos ocurridos", en San Vicente, agregó la fuente.
Y aseguró que los gremios enrolados en el barrionuevismo seguirán reuniéndose al igual que el sector de los "gordos", para "elaborar la estrategia" que llevarán cuando finalmente se reúna el consejo directivo cegetista.
El viernes pasado, en declaraciones a la prensa, Luis Barrionuevo criticó duramente los hechos de violencia ocurridos en el traslado de los restos de Perón y dijo que los mismos "no tienen perdón de Dios ni de los que abrazan la causa de Perón y Evita".
"A partir de esto, es necesario que en la CGT se produzca un cambio de conducción", reclamó el gastronómico.