“Hugo Moyano dice que el movimiento obrero tiene que poner un presidente, y que tiene que ser del PJ. Cuando le preguntamos cómo hacemos, dice que hay que ir avanzando en el poder.” Son palabras de un miembro de la CGT que resumen con la misma imprecisión del destino qué quiere el líder camionero después del 28 de junio.
Moyano mantiene una relación estrecha con Néstor Kirchner, puso sus candidatos en las listas del PJ y lidera una parte de la estructura del Justicialismo. “¿Si tiene ambiciones políticas? Seguro, pero él está en un microclima en el que sus más cercanos lo idolatran. Dice que hay que ir por todo el poder y se cree capaz de gobernar. Dice también que puso mucho para posicionarse como vice del PJ bonaerense y tiene gente que le tira eslóganes de Perón en los discursos, que él toma como propios”, relató a Perfil un alto referente de la central obrera, que no le tiene simpatía.
“Moyano no habla del tema con cualquiera. Su proyecto político es firme pero encriptado, y sólo sus hombres más cercanos lo saben”, dijo a este diario un cegetista que está en las buenas con Moyano. Dice el dirigente que el lanzamiento de una línea propia en el PJ –la agrupación Juan Domingo Perón–, la influencia del camionero en las listas, la disputa con la ministra de Salud, Graciela Ocaña, “todo tiene que ver con ese armado político, que terminará siendo independiente de Kirchner, pero dentro de la estructura justicialista y con base sindical”.
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