El empate contra Boca del domingo pasado fue la gota que colmó el vaso para Hugo Moyano. Hincha fanático de Independiente, el gremialista no pudo tolerar un resultado que bien pudo ser derrota pese al hombre de más que su equipo tuvo en gran parte del partido. Por eso, salió a criticar al técnico Pedro Troglio por cuanto medio se le cruzó. Y, de paso, a dejar en claro una vez más que, lejos de conformarse con verlo de afuera, quiere ser quien mande en todo lo que al fútbol del club respecta.
Claro que tal aspiración no es ninguna novedad para quienes siguen más o menos de cerca la actualidad del Rojo. Ni, mucho menos, para la actual conducción de la entidad, que el propio Moyano y su hijo Pablo integraran como representante de socios y vocal respectivamente hasta el año pasado. Lo novedoso, en todo caso, es la saña con que el jefe de la CGT se despachó contra Troglio, de quien dijo entre otras cosas que "no está en condiciones" de reclamar la actitud necesaria a sus dirigidos.
Sí: justamente él, quien debe defender los puestos de trabajo de miles de argentinos, apareció por varios medios intentando desestabilizar al DT con varias frases fuertes como "“Independiente necesita un técnico de mucha personalidad, con mucha autoridad, y eso es lo que nos está faltando”.
Pero curiosamente no terminó allí la arenga de Moyano, quien además sugirió como eventual reemplazante de Troglio a Américo Gallego e hizo referencia a un supuesto interés del presidente "rojo" Julio Comparada por acompañarlo en su reclamo de destitución del actual técnico, diciendo saber de "contactos" con otros entrenadores.
Quienes conocen la vida institucional del club aseguran que, al escuchar las palabras del gremialista, en la sede de la Avenida Mitre varios se agarraron la cabeza. Y no sólo porque lo que menos quieren en estos momentos es alguien que revuelva el avispero o agregue un elemento más de conflicto a la de por sí frágil situación de Troglio, a quien de hecho no piensan despedir por ahora.
Ocurre que en Avellaneda todos saben que Moyano no está precisamente en buenos términos con Comparada desde que, a mediados del año pasado, el presidente reestructurara el Departamento de Fútbol de la institución de un modo que no le gustó nada al jefe de la CGT, quien pretendía introducir allí a hombres de su cuña.
Como en lugar de ello el titular "rojo" prefirió sumar a dos dirigentes que le respondieran a pie juntillas a él -para colmo muy discutidos por Moyano y su entorno-, tanto el líder "K" como su hijo renunciaron entonces a los cargos que venían desempeñando dentro del club, aunque tomaron el recaudo de no cortar relaciones con la Comisión Directiva y dejaron allí a un hombre de su más estricta confianza: el vocal Héctor Maldonado.
De esa manera, los Moyano se aseguraron seguir teniendo una fuerte ligazón con el oficialismo "rojo", con vistas a ganar terreno allí y poder en un futuro acceder de su mano al manejo de los asuntos futbolisticos. Pero la herida quedó abierta. Y por ello, el sindicalista número uno del kirchnerismo venía esperando una chance para "mostrar los dientes" como efectivamente lo hizo luego del partido con Boca, dejando en claro que no soportará seguir siendo dejado de lado en cuestiones futbolísticas.
Justamente, la mención de los “contactos” que la dirigencia habría tenido con posibles reemplazantes para Troglio puede ser interpretada como un pase de facturas de Moyano al presidente del club. Así, al menos, la consideró una fuente muy allegada al Rojo consultada por perfil.com: “Lo mató, lo mandó en cana. Ahora Comparada tiene que salir a desmentir que habló con otros técnicos”.
El tema se torna más preocupante para los actuales dirigentes teniendo en cuenta que Moyano ha comenzado a coquetear con la principal agrupación opositora al gobierno de Comparada: la Lista Roja, cuyas autoridades vienen manteniendo conversaciones con él y su gente pensando en una posible alianza. En ese sentido, no falta en el club quien admite que "el tipo quiere tener voz y voto dentro del fútbol, y va a ir con quien se lo dé".
Lo cierto es que al líder camionero ya no le alcanza con los fuertes vínculos que, como el Diario Perfil denunciara en octubre de 2006, tuvo y sigue teniendo con la plana mayor y la barra brava del Rojo, sino que claramente está decidido a ir por el premio mayor. Y, según parece, no reparará demasiado en medios para lograrlo.
