Los tiempos y motivos de algunos jueces para investigar al poder político van en paralelo con los tiempos y motivos del poder político para investigar a algunos jueces. El caso del juez federal Claudio Bonadío es un ejemplo de ello, según una denuncia de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) y el Centro de Investigación y Prevención de la Criminalidad Económica (Cipce).
Las ONG denunciaron a Bonadio en 2011 por presunto mal desempeño en dos causas de corrupción de la era menemista. Ambas terminaron prescriptas por decisión del magistrado, una de ellas pudo llegar a juicio por una decisión de la Cámara de Casación.
En el Consejo de la Magistratura, el órgano encargado de elegir y controlar a los jueces, la mayoría kirchnerista durmió durante dos años esta denuncia contra Bonadio y decidió reflotarla ahora, cuando el juez ya no complace con sus decisiones y se muestra alineado con Sergio Massa.
Sebastián Pilo es coordinador del Programa de Fortalecimiento de Instituciones Democráticas de la ACIJ, que analizó las causas Tandanor y Yoma. La primera se relacionaba con la licitación internacional de Tandanor por defraudación contra la Administración Pública. La segunda es por fraude en perjuicio de la Administración Pública contra los directivos de la curtiembre Yoma. Bonadio demoró más de cinco años en llamar a los imputados a declaración indagatoria.
—Tuvieron que esperar dos años para que se dé curso a la denuncia contra Bonadio...
—Sí, cuando presentamos la denuncia no tuvo avances significativos hasta el llamado de los últimos días, cuando citaron al juez a dar explicaciones –las presentó por escrito–. Lamentamos que los tiempos de los procesos disciplinarios varíen de acuerdo a los intereses de sectores del Consejo. Rechazamos cualquier intento de manipulación de esos tiempos, pero sobre todo los intentos de protección sobre dos jueces Bonadio y Oyarbide, vengan del sector que vengan.
—¿La demora parece ser una herramienta clave?
—Sí, es una práctica común que detectamos en la mayor parte de las causas por corrupción. El promedio de una causa de este tipo es de entre 11 y 12 años; lo que termina pasando es que prescriben. En algunos casos, se relaciona con la ineficacia; en otros, las sospechas son más grandes. Ambos casos, sea deliberada o no, la conducta de los magistrados es lo suficientemente grave como para que el Consejo tenga que investigar.
—En el caso de Bonadio, ¿creen que fue complicidad con el menemismo?
—La complicidad de Bonadio con el menemismo es algo que se señaló desde el principio. La forma en que se tramitaron esas dos causas es lo suficientemente grave como para que el Consejo investigue a qué se debió esa demora.
—¿Bonadio y Oyarbide son expresiones del mismo tipo de Justicia?
—Sí, totalmente, los dos magistrados sistemáticamente han favorecido a poderosos del poder político y económico, de todos los colores. Ni Oyarbide ni Bonadio pueden seguir siendo jueces de la Nación.