“La existencia de organizaciones violentas ocasionó operativos contra ellas desde el mes de mayo –señala a PERFIL Raúl Lamberto, ministro de Seguridad de Santa Fe–. En ese momento aparecieron amenazas contra el juez de la causa, contra los fiscales, contra mí, contra el jefe y el subjefe de policía. Todo esto culminó con el atentado contra el gobernador.”
—¿A quién atribuyen la responsabilidad por el atentado?
—Los hechos pueden tener que ver con bandas del narcotráfico o con otro tipo de delitos. Es importante remarcar que no es sólo un ataque contra el gobernador Bonfatti y su familia, sino contra las instituciones, contra la democracia.
—¿Existió participación policial en el atentado?
—No descartamos nada. Las hipótesis apuntan a organizaciones con antecedentes delictivos violentos. Si hay policías involucrados, se tendrán que hacer cargo. Somos firmes y no nos tiembla la mano. Pero la mayor parte de la policía actúa con rectitud.
—La ciudad de Rosario tiene un elevadísimo índice de homicidios producidos por la violencia del narcotráfico.
—En Santa Fe y todo el país hay un crecimiento de la violencia. Hay violencia por territorio, de género, intrafamiliar y también debido a la venta de droga. Los homicidios relacionados con la venta de drogas alcanzan al 15% del total de homicidios, que en lo que va del año llegan a 168 muertes.
—Las bandas del narcotráfico usan a niños para la venta de drogas y llegan a tener un rol de asistencia social en las villas.
—Trabajamos esos casos dentro del delito de trata para condenar el uso de esos métodos aberrantes. En zonas muy humildes las bandas delictivas apelan a la protección y asistencia. Pasó en el barrio Las Flores, por ejemplo, donde avanzamos contra los delincuentes. Los vecinos están más tranquilos y empiezan a compartir el espacio público.
—Versiones que apuntan a un autoatentado señalan un incremento de seguridad del gobernador que no estuvo presente en la jornada del atentado.
—El decreto al que se refieren esas versiones corresponde a un adicional que antes no se pagaba a la totalidad de los miembros de la custodia y que luego se generalizó, no a incremento de personal. Bonfatti siempre fue muy celoso de su privacidad. Esa es una versión miserable.