Nueve detenidos en procedimientos de prevención

La movilización anti G20, que llevaron adelante diversas organizaciones sociales y políticas con una consigna de paz, se desarrolló sin incidentes, aunque nueve personas fueron detenidas y otras ocho fueron demoradas en inmediaciones de la protesta.
La consigna que consensuaron los representantes de los movimientos que participaron de la marcha y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se cumplió durante la jornada. Fuentes del comando unificado indicaron a PERFIL que se realizaron tareas de inteligencia tendientes a desactivar cualquier intento de violencia. En el mismo sentido, los organizadores mantuvieron cautela sobre los asistentes para evitar la acción de infiltrados.
Cerca de las 11 de la mañana, gendarmes que revisaban la zona de Plaza Constitución hallaron ocho bombas molotov en el interior de un taxi quemado en avenida Bernardo de Irigoyen y Cochabamba. En Venezuela y Chacabuco, efectivos de Prefectura encontraron dos mochilas que contenían petardos, bombas caseras, bolitas de vidrio, tornillos, gomeras, capuchas, combustible y otros elementos.
En cuanto a los detenidos, fue la aprehensión del apoderado del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), Guillermo Pitonesi, la que generó más ruido entre los dirigentes, sobre todo de la izquierda, que manifestaron su malestar en redes sociales.
Pitonesi y Hernán Barrios, también del PTS, fueron arrestados por la Policía de la Ciudad en San Juan y Solís, debido a que transportaban 25 handies –con una valija para su recarga– en una camioneta. El motivo de la detención apuntó a que una resolución del Ministerio de Seguridad restringe el uso de logística para comunicaciones en manifestaciones.
Los dos militantes fueron trasladados a la Comisaría 52ª del barrio de Villa Lugano “por averiguación de ilícito” y fueron puestos a disposición del juez federal Claudio Bonadio. Sólo Pitonesi seguía detenido, al cierre de esta edición.
En Twitter, el diputado nacional del FIT Nicolás del Caño habló de “detenciones ilegales” y reclamó “inmediata libertad” para ambos detenidos. Más tarde, ante la requisa de camionetas que transportaban banderas de su partido, denunció “persecución” contra el Frente de Izquierda. En ese procedimiento, realizado por la Policía Federal, se identificó a ocho personas que no fueron detenidas y se secuestraron palos, gomeras, tornillos, clavos, algodón, alcohol y banderas de Estados Unidos.
Otros tres arrestos fueron realizados por la policía porteña en la calle Santiago del Estero, cuando un grupo de jóvenes se desprendió de forma brusca de columnas de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y de Barrios de Pie. Los efectivos les solicitaron que abrieran sus mochilas y al revisarlas encontraron gran cantidad de bolitas de vidrio, bulones, tornillos y gajos de limón para aliviar los efectos de los gases lacrimógenos.
El fiscal contravencional Federico Tropea dispuso los arrestos de los tres jóvenes. Uno de ellos había sido procesado tras ser detenido encapuchado, arrojándole piedras a un local de Avenida de Mayo, durante los disturbios por la reforma previsional en diciembre del año pasado. Esta vez, tras ser identificados, los tres fueron liberados.
Más tarde, en la intersección de las calles Lima e Independencia, detuvieron a tres manifestantes, dos de ellos menores, con elementos contundentes e inflamables. Sólo uno de los adultos quedó detenido.