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análisis

Para Beatriz Sarlo, Sergio Massa y Máximo Kirchner forman parte del "justicialismo sensato"

La ensayista aseguró que "el albertismo no existe" y que dentro del kirchnerismo puede haber sectores que "piensan que hay que fortalecer la figura presidencial”.

Beatriz Sarlo
La escritora, ensayista y columnista de PERFIL Beatriz Sarlo | LN+

Beatriz Sarlo analizó las consecuencias dentro del Frente de Todos del voto de la Argentina a favor de la resolución de las Naciones Unidas que denuncia las violaciones a los derechos humanos en Venezuela. "Puede haber todavía en la opinión pública kirchnerista un reflejo antiimperialista", expresó la ensayista y escritora este jueves 8 de octubre. En esa lógica, dijo, "finalmente hablar mal de Maduro es en definitiva hablar mal de alguien que está siendo atacado por los Estados Unidos".

La analista aseguró además que "el albertismo no existe" y que, en cambio, "dentro del kirchnerismo puede haber sectores más sensatos, que piensan que hay que fortalecer la figura presidencial". Entrevistada por Luis Novaresio en Animales Sueltos (América), Sarlo dijo que "para mucha gente" aún persiste "la imagen de un gobierno bicéfalo: una cabeza de Alberto y una cabeza de Cristina". Además, afirmó que "hay sectores del kirchnerismo que preferirían que esa imagen de bicefalía saliera del imaginario de la gente".

En relación a los nombres propios de ese sector del Gobierno "sensato", la también columnista de PERFIL mencionó a los principales referentes de la coalición oficialista en Diputados. "Massa forma parte del justicialismo sensato", destacó sobre el titular de la Cámara Baja. Y también incluyó a Máximo Kirchner, quien, como jefe de la bancada oficialista, "no aparece agitando el kirchnerismo de batalla", argumentó. "Por lo tanto uno puede decir que esas líneas existen porque saben que es muy peligroso una pelea entre ambos kirchnerismos", agregó, y aclaró que puede haber hasta tres o cuatro sectores internos del kirchnerismo.

Sarlo reflexionó también sobre las personalidades y temperamentos del Presidente y de su vicepresidenta. "El de Alberto es reflexivo y ambicioso; cualquier que lo conoce se da cuenta es que es muy inteligente; el temperamento de Cristina es autocentrado y por lo tanto egocéntrico, resiste muy mal compartir decisiones, discusiones, nombramientos... compartir", aseveró.

La autora de Escenas de la vida posmoderna opinó además sobre la idea de "empoderar" a Alberto Fernández, otorgándole la presidencia del Partido Justicialista. "Refuerza el unicato", recalcó. "Si Fernández está buscando un camino de fortalecimiento que no puede pasar por prescindir de la vicepresidente, se está fortificando. Los unicatos no me tranquilizan, pero quizás tranquilicen a quienes piensen que está en un momento de relativa debilidad". remarcó.

Beatriz Sarlo: "No preví el imperio y la hegemonía que el kirchnerismo tiene en el Ejecutivo"

Consultada sobre la supuesta debilidad política de Alberto Fernández, dijo que "todavía es relativa, depende de él, de cuanto poder puede lograr si entra en acuerdos y diálogos con sectores justicialistas que no son necesariamente kirchneristas". Y apuntó contra los gobernadores. "El Presidente de la república es muy poderoso respecto de las provincias, depende de él", afirmó.

Sobre la crisis económica que está atravesando el país, opinó que "la Argentina repite un camino del cual no se ha podido separar. Es el único país de América Latina donde la gente habla permanentemente del dólar". En este marco, aseguró que "nuestra economía es bimonetaria" porque "se calculan los precios de los departamentos y de los zapatos en dólares" y lo describió como un "hábito sociocultural de los argentinos".

Por último, ante la pregunta de si el peronismo "perdió" la calle, afirmó: "Hay que ver cómo se gana la calle. Hay una tradición que no se perdió hasta los últimos 10 años donde por Diagonal Sur hasta Irigoyen llegaban manifestantes organizados con banderas de sindicatos y partidos políticos, con consignas y cuidadores de las marchas. Es un tipo de marcha que parece haber desaparecido. Hoy prevalece la marcha con un grito fundamental: 'chorra'. Con ese grito no se va a organizar nada. No sale una gota de política, es indignación, justa y respetable, pero de ahí no sale nada. Las organizaciones políticas se llaman organizaciones porque son organizadas".

AB/FF