ACTUALIDAD
Derechos Humanos

Del "fuego amigo" a la invitación de Guaidó: efectos del voto contra Venezuela en la ONU

La condena en Ginebra a los crímenes de lesa humanidad en la nación bolivariana y el ocasional alineamiento del Gobierno con Brasil y Chile contra Caracas reavivaron las diferencias dentro del Frente de Todos.

Nicolás Maduro, presidente de Venezuela.
Nicolás Maduro, presidente de Venezuela. | AFP

El voto de la Argentina a favor de la resolución de las Naciones Unidas que denuncia las violaciones a los derechos humanos en Venezuela en el consejo correspondiente en Ginebra no pasó desapercibida para la grieta del mundo político local. Ni siquiera para la que abre la crisis venezolana dentro del propio Gobierno y sus fuerzas afines.

En ese marco, desde Juntos por el Cambio aprovecharon el "fuego amigo" para celebrar la "rectificación" de la postura oficial y hasta la representante política del sector que comanda Juan Guaidó, en Venezuela, se ilusionó con tender nuevos puentes con la gestión de Alberto Fernández a partir de esta condena.   

La resolución que avala las graves denuncias formuladas por la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, y la misión de los expertos internacionales, a quienes encomienda seguir trabajando, alineó a la Argentina junto a sus socios del Grupo Internacional de Contacto en esta votación pero también con miembros del Grupo de Lima, como Brasil y Chile, impulsores de las posturas más duras contra el gobierno de Nicolás Maduro. Asimismo, lo dejó en una vereda distinta a la de México, con quien se pretende construir una alianza regional desde diciembre pasado. Hechos que generaron recelo dentro de una parte del oficialismo.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Alicia Castro, Mario Secco y D'Elía criticaron la postura del Gobierno sobre Venezuela

"Votamos con el Grupo de Contacto porque estamos ahí, porque aceptamos estar ahí, y más allá que no estamos de acuerdo con todo lo que dice la declaración. Nos parece que exagera en algunos puntos", sostuvo el canciller Felipe Solá horas después de la votación en declaraciones a CNN Radio Argentina. Indicó que "no queremos estar lejos de nuestros socios, muy criticados por la derecha europea y latinoamericana en estos momentos". Y cuestionó que en Argentina, lo que "uno dice sobre Venezuela tiene que ser blanco o negro, no hay grises, no hay matices, estás allí o estás en contra".

Paradójicamente —o no tanto, ya que las posturas sobre Venezuela suelen avivarla—, la cicatriz que volvió a supurar a partir del voto del Gobierno fue la interna. A los nuevos cañonazos tuiteros de la embajadora designada Alicia Castro  —aunque muchos dudan que asuma en Rusia—, se sumó un comunicado del Frente Grande. En un tono un tanto más cuidado, reconoció la validez del informe sin dejar de sembrar dudas sobre sus efectos futuros a favor de quienes demandan más dureza con Caracas, pese a que la misma Bachelet cuestionó en su reporte las sanciones internacionales sobre la nación sudamericana.

"Creemos que haber votado con México podría haber sido el inicio de una construcción de política exterior independiente y latinoamericanista que apunte a recuperar autonomía frente al imperio y empiece a poner límites a los aventureros desestabilizadores de la autodeterminación de los pueblos", concluyó el documento.

"Votamos con el Grupo de Contacto porque aceptamos estar ahí, y más allá que no estamos de acuerdo con todo lo que dice la declaración. Nos parece que exagera en algunos puntos", dijo Solá

En la práctica, el voto a favor de la resolución funcionó, para el Gobierno, como otra necesaria aclaración de su postura a partir de las encendidas reacciones que generaron las declaraciones del embajador ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Carlos Raimundi, dirigente del mismo Frente Grande, tan solo una semana antes.

Durante una sesión del Consejo Permanente en Washington, el representante argentino fue más allá del pretencioso equilibrio de la línea oficial, que cuestiona tanto la intervención extranjera como alienta el llamado a elecciones generales mientras expresa preocupación por las denuncias. Al igual que su partido, tampoco Raimundi negó los hallazgos de Bachelet y del panel de expertos internacionales si bien les añadió valoraciones que fueron leídas como un aval a Maduro por parte de la oposición argentina y los sectores de la comunidad venezolana vinculados a Guaidó.

Felipe Sola

"No me sentí desautorizado. Sentí que hubo una desinteligencia", reiteró Solá. "Creo que Raimundi no interpretó cabalmente las instrucciones, que fueron verbales, después hubo una nota, pero, sobre todo, las principales fueron verbales y dijo lo que pensaba que es lo que los políticos en general, los hombres de raigambre política, suelen hacer ante la duda. En la función de embajador, la cosa es más compleja", cerró la polémica.

Acorde al canciller, "descontamos que se han violado los derechos humanos porque así lo dice claramente el informe Bachelet que ha estado allí. Entonces, si apoyamos que siga trabajando es porque creemos en lo que ha dicho".

En rigor, la postura que expresó el Gobierno en Ginebra no varió con respecto a la que ya había manifestado en julio el mismo Villegas en el Consejo de la ONU cuando también expresó preocupación por la situación de los derechos humanos en Venezuela y reclamó por la realización de elecciones libres, justas, transparentes y creíbles. Este último punto diferencia a la Argentina, incluso, de la postura de sus socios europeos en el Grupo Internacional de Contacto.

Y si bien se mantuvo firme en el apoyo a la realización de legislativas en diciembre, la reciente decisión de una parte de la oposición de no participar luego que Maduro se negara a reprogramarlas para garantizar mecanismos de control como le reclamaba Europa, llevó al gobierno de Alberto Fernández a revisar su posición. La resolución en Ginebra que votó la Argentina expresa dudas sobre las condiciones para llevar a cabo hoy esos comicios.  

"Descontamos que se han violado los derechos humanos porque así lo dice claramente el informe Bachelet que ha estado allí. Si apoyamos que siga es porque creemos en lo que ha dicho".

"Nosotros creemos que hay una necesidad de que esas elecciones legitimen a todo el espectro político del pueblo venezolano posible, no solo al gobierno. Si una parte de la oposición no se presenta y otra sí es una buena noticia porque quienes son opositores al gobierno tenían donde votar y quienes quieren apoyar al gobierno lo votaban", manifestó el canciller. Al cambiar estas circunstancias, también se alteraron los argumentos del Gobierno argentino.

El ministro lo rotuló como un tema "complejo" ya que Maduro se ampara en lo que dictamina la Constitución respecto a la fecha de asunción de los legisladores electos y la oposición en que falta tiempo para organizarlos con las condiciones necesarias. "Lo que queremos no es que gane Fulano o gane Sultano. No nos metemos en eso. Lo que queremos es que haya unas elecciones de las que salga la legitimación de toda la política en Venezuela para que empiece a enderezarse en algo la situación grave, económica y social que tiene el pueblo venezolano", remarcó el funcionario.

En ese sentido, a lo largo de su breve exposición, el embajador Villegas, en Ginebra, lamentó que el diálogo no incluyera a los representantes del gobierno de Maduro en una única resolución a fin de que su puesta en práctica  no se vuelva "problemática". De hecho, Venezuela junto a Eritrea y Filipinas constituyeron los únicos votos en contra. Luego hubo 22 abstenciones —México, entre ellas— contra los 22 votos a favor de la resolución. Además de las elecciones y de enumerar los múltiples hallazgos en materia de violaciones a los derechos humanos, la resolución exhorta a los partidos para que se involucren en un proceso de negociación política.

Michelle Bachelet en la ONU 20200914

Desde PRO, emitieron un comunicado con la firma de su presidenta, Patricia Bullrich, y del secretario de Relaciones Internacionales, Fulvio Pompeo, en el que celebraron "que el gobierno de la Argentina haya rectificado su posición y reconocido las violaciones a los DD.HH. en Venezuela (como lo venimos sosteniendo desde hace más de una década), acompañando a nuestros socios del Grupo de Lima y las democracias del mundo". Tampoco olvidaron el cortocircuito con Raimundi: "Esperamos que los idas y vueltas que se expresaron en diversas señales político-diplomáticas carentes de coherencia durante las últimas semanas, queden definitivamente atrás."

Más  amigable, quien fuera reconocida como embajadora de Guaidó en Argentina hasta diciembre, Elisa Trotta, agradeció el voto afirmativo y auguró la posibilidad de construir nuevos puentes con la actual administración. "El gobierno argentino demostró ante Naciones Unidas que su línea sigue siendo colaborar con la búsqueda de la justicia, de la democracia y de la libertad y evidentemente no la que demostró el embajador Raimundi", aseguró a PERFIL, al tiempo que añadió: "Esperamos, a partir de ahora, poder tender ese vínculo que es tan importante sobre todo para el entendimiento y poder intercambiar visiones".

MB / DS