El efecto Córdoba, luego de la escandalosa elección que terminó con un escrutinio de 17 horas y Luis Juez denunciando fraude, ha significado un antes y un después en el panorama electoral nacional. Ya no se mira con los mismos ojos una elección reñida, y si la ventaja es del caudillo local, la sospecha es inmediata. Y esta tarde, una situación de esas características estalló en el populoso partido de Lomas de Zamora, donde un peronista, Osvaldo Mércuri, acusa a otro -el intendente Jorge Rossi- de "autoproclamarse como ganador por un punto de diferencia, cuando hay enormes irregularidades y gran cantidad de votos y urnas cuestionadas".
Lo curioso es que tanto Mércuri como Jorge Rossi, estuvieron entre las principales espadas de Eduardo Duhalde, en los años en que el hombre (también de Lomas de Zamora) era amo y señor del PJ bonaerense. Mércuri ocupó desde 1985 a 2001 un rol clave en la Cámara de Diputados de la provincia, pero su relación con Duhalde data de 1974, cuando el "Cabezón" -entonces intendente- lo puso a cargo de Salud y Acción Social de la comuna.
La historia de Rossi tiene también color duhaldista hasta no hace mucho. Su gestión al frente de Lotería Bonaerense (especialmente en el manejo y adjudicaciones de tragamonedas) aún es recordada. Sin embago, pragmático, decidió convertirse al kirchnerismo, en un episodio de la vida del PJ provincial que Luis Barrionuevo, con su nivel filosófico habitual, definió como "la caída del último bastión duhaldista". Para que no quedaran dudas que era un pinguino fiel, Rossi no vaciló en desplazar de la presidencia del Concejo a su colaborador Santiago Carasatorre, para que el kirchnerismo pusiera en ese sillón al concejal Javier Ruiz. A cambio de su fidelidad, el intendente recibió 98 millones de pesos para obras en el Arroyo del Rey.
Pero el enfrentamiento con Mércuri viene desde 2003, cuando en la interna, una de las candidatas (María Elena Torresi de Mércuri, justamente la esposa de Osvaldo) denunció que la lista de Rossi compraba votos a 50 pesos por persona. El tema llegó a la justicia, donde nunca avanzó, pero Torresi se cansó de denunciar, además de la compra de votos, sufragios dobles y amenazas armadas a los opositores a Rossi. La denuncia había sido presentada ante la Unidad Funcional de Instrucciones N° 7 de dicho distrito, a cargo de Nicolás Viturri. A tal punto llegó el caso, que el propio Duhalde tuvo que intervenir para que sus seguidores "se calmaran".
En esa elección, como un calco de la de ayer, Rossi y Torresi de Mércuri decían haber ganado, con alrededor de 26.000 votos. El resto de los competidores en esa interna, de José Antonio Romero; de Guillermo Viñuales y de Héctor Mensi, reconocieron que había ganado Rossi y que la primera minoría era de Torresi (y Mércuri).
A cuatro años de aquella pelea por algunos votos y mucho dinero, la historia se repite. Los Mércuri esta vez vienen con Osvaldo en persona, pero la lucha es la misma: el sillón de Lomas de Zamora. "Rossi no puede autoproclamarse ganador en estas condiciones, cuando hay actas de escribanos públicos probando distintas irregularidades. No aceptamos aún un resultado definitivo, recurriremos a las autoridades competentes para dirimir estas diferencias, y esperaremos un fallo o un recuento definitivo", indicó Mércuri. Y sabe de lo que habla... como si hubiera estado al lado de Rossi durante añares.