Los hechos que comenzaron como en una película de terror comienzan a aclarase. La familia Olivera se vio sacudida por "el violento allanamiento" que sufrieron de parte de los militares. "Nos sacaron a todos en paños menores", indicó Ramón Olivera, uno de los denunciantes del ex jefe del Ejército César Milani, por su secuestro y el de su padre.
En la irrupción, los militares -según Olivera- "rompieron cosas y se llevaron a su padre". Pero la trama recién comenzaba. "Diez días después, Milani me llevó para declarar en el juzgado federal, entró conmigo y estuvo hostilizándome, acusándome de ser subversivo", manifestó en diálogo con TN.
Sin embargo, una pregunta del secretario del juzgado fue la pista que Ramón nunca olvidó. "¿Cómo se llama usted?", preguntó el funcionario judicial al entonces teniente del Ejército: "Milani", respondió. "Yo guardé ese apellido y ese cargo", dijo Ramón Olivera.
La película de terror se extendió durante largo años y Olivera tuvo que recorrer juzgados y Tribunales: "En el año 79, lo denuncié en la Unidad 9 de La Plata y en el 84 cuando se formó la Comisión Provincial de Derechos Humanos denunció la detención de mi padre y la mía, el comportamiento de Milani y lo que había pasado con mi padre", señaló.
Ramón indicó que pudo probar todo ante la Justicia y que el exjefe del Ejército K está complicado en la causa: "Se probó todo con el ingreso a la cárcel durante la detención ilegal de mi padre. También probé la tortura a mi padre con la jubilación por invalidez de mi padre y con el legajo demostré que estaba en óptimas condiciones. Lo devolvieron con una trombosis cerebral".
"Vamos en camino de que se haga verdaderamente justicia", sostuvo Olivera . "Esperamos que la decisión del juez, dentro de 10 días, sea que quede detenido con prisión preventiva, por todas las pruebas y elementos reunidos en la causa", concluyó.
