Florencio Randazzo arrancó el lunes como heredero del modelo K. Pero todo cambió el martes. Se enteró por televisión que su padrino político, el ideólogo de la “revolución ferroviaria”, Carlos Zannini se integraría a la fórmula de su rival, Daniel Scioli.
Desde entonces, pasó de todo: redactó su renuncia al ministerio, tuvo una tensa reunión con Cristina Fernández de Kirchner, casi se convierte en el único candidato a gobernador y terminó desobedeciendo el mandato presidencial.
En el medio, se ganó el repudio de un sector del kirchnerismo. Le reprochan no haber aceptado la candidatura en Provincia, la misma semana que vio escurrirse tres años de campaña.
Randazzo se irá a dormir el viernes como un “futuro militante” de la Presidenta.
(*) Ilustración: Alexis Moyano.