La causa de los cuadernos de la corrupción kirchnerista comienza a esparcirse sobre la familia del presidente Mauricio Macri. Primero, fue detenido el ex CEO de la constructora Iecsa, Javier Sánchez Caballero, uno de los ejecutivos de mayor confianza de su padre, Franco. Luego, el primo del mandatario, Angelo Calcaterra, confesó haber ordenado el pago de coimas a ex funcionarios de los Kirchner. Ahora, piden que uno de los arrepentidos en el caso declare también en la investigación sobre uno de los negocios de los Macri con el gobierno de Cambiemos: los parques eólicos.
Juan Carlos De Goycoechea, ex número uno de la española Isolux en el país, fue el primer ejecutivo en colaborar con la Justicia en el caso de los cuadernos. Aparece mencionado en los textos del chofer Oscar Centeno entregando dinero negro de parte de la constructora a Roberto Baratta, ex mano derecha del ex ministro Julio De Vido. De Goycoechea también puede aportar información clave en los negocios más recientes del holding de los Macri, los parques eólicos, eje de una investigación judicial a cargo del juez Marcelo Martínez De Giorgi, cuyo despacho se ubica a pocos metros del juzgado de Claudio Bonadio.
El diputado Rodolfo Tailhade (FpV) solicitó a Martínez De Giorgi que cite a declarar a De Goycoechea en la causa en la que investiga una supuesta maniobra del ministerio de Energía, entonces a cargo de Juan José Aranguren, para entregar de manera irregular la licitación de parques eólicos a la empresa Isolux, con el propósito de que ese negocio pasara luego a manos de la familia Macri.
Isolux llegó a ganar contratos con el Estado para construir seis parques eólicos. Los cuatro primeros los obtuvo durante el kirchnerismo
Sideco y sus socios comenzaron a planear su desembarco en el negocios de los parques eólicos 19 días antes de que Macri asumiera en la Casa Rosada. Crearon cuatro empresas: Sideli, Sidsel, Usir Argentina y Parques Eólicos Miramar SA. Pero en lugar de participar en las licitaciones públicas y exponer que la familia presidencial competía por negocios millonarios con el Estado, negociaron comprar los contratos de Isolux. No sólo los que ya había ganado la española en licitaciones pasadas sino las que el gobierno de Macri le entregaría durante 2016.
Isolux llegó a ganar contratos con el Estado para construir seis parques eólicos. Los cuatro primeros los obtuvo durante el kirchnerismo, al que entregó dinero negro mientras licitaba obras públicas. Debía construir cuatro parques en el sur del país pero solo concretó uno. Los otros dos contratos los obtuvo con el gobierno de Cambiemos. Los seis contratos terminaron en manos de los Macri y sus socios entre 2016 y 2017, como reveló una investigación de PERFIL en enero.
¿Por qué Isolux vendió las licitaciones que había ganado? La empresa se encontraba en retirada de la Argentina. Sumida en una profunda crisis en España y sospechada de corrupción, la compañía anunció su salida del país en octubre de 2016. Entonces, vendió por US$ 15 millones los cuatro contratos de parques eólicos que había ganado con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
A pesar de haber anunciado su retirada de Argentina, de estar al borde de la quiebra en España, sospechada de corrupción en los tribunales de Retiro y observaba por el Ministerio de Energía por no haber cumplido con las construcción de los parques, el gobierno de Macri volvió a adjudicarle a Isolux dos nuevos contratos. Uno de ellos era para construir un parque eólico en Miramar, provincia de Buenos Aires. La licitación se abrió a fines de octubre de 2016 y se le adjudicó a Isolux a fines de noviembre. Poco después, vendió nuevamente el contrato a Sideco y sus socios.
La empresa de la familia presidencial parece haber presentido que se quedaría con ese contrato un año antes, cuando conformaron la empresa Parque Eólicos Miramar SA, en marzo de 2016, y comenzaron a equipar a la compañía.
¿Cómo sabían los Macri en marzo de 2016 que Isolux ganaría en noviembre la licitación por el parque eólico Miramar y que se la vendería?. La principal sospecha sobre un posible arreglo entre Isolux, Sideco y el Ministerio de Energía es lo que investiga el juez Martínez De Giorgi y es un capítulo en el que De Goycoechea podría aportar información clave.
En total, Sideco y sus socios desembolsaron US$ 25 millones a Isolex por los seis contratos. Cinco meses después, en mayo de 2017, vendieron todo a Genneia y la china Goldwind por US$ 73 millones, quedándose con una ganancia de US$ 48 millones.
Toda la operatoria fue aprobada por el Ejecutivo, como demuestran los documentos de la Secretaría de Comercio, a cargo de Miguel Braun, autorizando las operaciones de compra-venta de Isolux y las empresas de Sideco y sus socios. La documentación también fue aportada por Tailhade.