"Cristina va a ejercer todo el poder y eso incluye asumir en el PJ", aseguró en la Casa de Gobierno un importante funcionario nacional a metros de donde la Presidenta velaba los restos de su marido y vaticinó un "operativo clamor" para lograr ese objetivo.
La frase emitida anoche, sumada a la que el canciller Héctor Timerman había dicho a un canal de noticias extranjero dando por segura la reelección de la jefa del Estado en 2011, deja en claro que ya comenzó en el oficialismo la estrategia para los tiempos próximos.
Con la desaparición de Kirchner, su esposa quedó habilitada en forma natural para buscar su reelección porque sólo su marido podía alterar ese derecho que ahora nadie se animará a disputar, aunque el camino no estará libre de pujas internas.
Pero para hacerse cargo del PJ, un espacio del que la mandataria prefirió mantenerse alejada, los kirchneristas apuestan a un "operativo clamor" que presione sobre los dirigentes más díscolos para que no pongan piedras en el camino de la Presidenta a fin de ocupar el lugar dejado vacante por su esposo.
Conversaciones sobre las alternativas para lograr este objetivo se escucharon las últimas horas a metros del ataúd con los restos de Kirchner y -en una clara muestra de que buscaban trascendencia y contrariamente a lo que pasaba horas atrás- las charlas continuaron frente a los periodistas.
En la Rosada analizan que la Presidenta tendrá dos frentes de tormenta: El primero en el seno de su propio gobierno donde están muy marcadas las distancias entre el 'círculo intimo' de los históricos como Julio De Vido (ministro de Planificación), Carlos Zannini (Legal y Técnica) e Héctor Icazuriaga (SIDE) y los 'periféricos pero fieles' como el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández; o el titular de Interior, Florencio Randazzo.
Esta puja será dirimida rápidamente por la mandataria, señalaron a esta agencia desde los "históricos" y hasta se animaron a vaticinar cambios en el gabinete, pero el segundo frente no es tan fácil y está relacionado con ejercer todo el poder, Partido Justicialista incluido.
En efecto, el PJ quedó ahora a cargo de Daniel Scioli pero su pata más importante es la provincia de Buenos Aires donde talla Hugo Moyano por decisión, precisamente, del mismo Kirchner.
En el entorno presidencial advierten que el crecimiento político del camionero es un salvavidas de plomo para la jefa del Estado y, aunque admiten que por ahora es útil su poder de movilización sindical, ponen fichas a que se puede "limar" su presidencia en el PJ de Buenos Aires.
El kirchnerismo busca lanzar de inmediato una campaña para impulsar que la gente reclame en público a la Presidenta que asuma con titular del PJ a nivel nacional.
De allí, a influir fuertemente en el peronismo provincial, a cargo del titular de la CGT, hay un solo trecho.
(*) Para la agencia DyN.