El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires anunció meses atrás el lanzamiento de las “ecobolsas” para clientes de supermercados y comercios afines, con argumentos que apuntaban a la sustentabilidad y a la contribución de la ecología. Sin embargo desde la industria del plástico salieron a cuestionar estos postulados. Uno de los principales temores es la pérdida de miles de puestos de trabajo a partir del 1 de enero, desde cuando rige la prohibición para las bolsas tradicionales.
Cada año, los supermercados, hipermercados y autoservicios de la Ciudad consumen más de 500 millones de bolsas de plástico, “no biodegradables, que contaminan el medioambiente”, aseguraron desde la Ciudad. Para reemplazarlas, la Ciudad presentó las “Ecobolsas”, que según los funcionarios a cargo son “amplias, resistentes y reutilizables”.
Desde el sector de empresarios y gremialistas del sector del plástico salieron a protestar y a iniciar acciones judiciales que fueron desechadas esta semana.
En diálogo con Perfil, Adrián Blanco, gerente comercial de Needfor Plast S.A., explicó algunos aspectos de la posición de la industria: “Hay muchas contradicciones. La ley que fue reglamentada por la Ciudad es un mamarracho. Dice que se prohíbe el uso de bolsas no biodegradables. Es una contradicción: en el mundo no existe prácticamente el plástico biodegradable. Se fabrica sólo en una pequeña producción en Europa, en base a almidón el que realmente se biodegrada, y es carísimo”.
“Por otra parte, si se consiguiera y se pudiera utilizar para bolsas de supermercados, el polietileno biodegradable necesita ser enterrado en una planta de compostaje”, agregó. “Asimismo se argumentó que las bolsas plásticas tiradas en la calle eran las responsables de que se tapen los sumideros y desagües, y esto tampoco es así”.
Blanco había advertido a Perfil que si la Justicia le daba la razón a la Ciudad, luego vendrían seguramente demandas por “daños y perjuicios”. Es que, explicaron los plásticos, el sindicato ya había amenazado con “meter un millón de personas en la calle” debido a la pérdida de fuentes de trabajo.
Perfil quiso entrevistar a Eduardo Macchiavelli, ministro de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad, pero solicitó que las preguntas fueran enviadas por email.
Al consultársele si es necesario una “planta de compostaje en Argentina para reciclar este tipo de ecobolsas y si el país acaso cuenta con una planta de este tipo”, respondió su equipo de prensa: “La ciudad realiza compostaje con los residuos que provienen del sector gastronómico y con restos de poda. En este caso, lo que promovemos es el concepto de reutilización de las bolsas para hacer las compras. (…) . Las eco bolsas que entrega la Ciudad son reutilizables y reciclables. No requieren de una planta de compostaje para ser reaprovechadas una vez que llegan al final de su vida útil”.
En cuanto a la pérdida de puestos de trabajo, anticipada por el sindicato, opinaron: “Creemos que esta resolución abre muchas posibilidades para desarrollar nuevos productos y servicios para el sector. Nuestro objetivo es lograr un uso racional de los recursos, mediante la reducción del derroche de materiales, su reutilización y posterior reciclado”.
Las empresas denunciaron que en muchos casos debieron adelantar vacaciones a sus empleados debido a la falta de actividad. Esto respondió la Ciudad a Perfil por email sobre este punto: “La resolución tendrá impacto a partir de enero del próximo año, sólo en supermercados, hipermercados, autoservicios y locales adheridos voluntariamente de otros rubros, siempre emplazados dentro de los límites de la Ciudad de Buenos Aires. Por otra parte, las bolsas de plástico se podrán seguir vendiendo como cualquier otro producto dentro de los mismos supermercados, como se ha hecho siempre. La norma sólo afecta a la línea de cajas, con el objeto de dar un paso más en el cambio cultural que necesita la Ciudad”
Y quedó sin responder la pregunta sobre qué empresas son las contratadas para hacer las nuevas bolsas.
De momento, la jueza Cecilia Mólica Lourido, a cargo del juzgado N° 20 en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad, resolvió rechazar las medidas cautelares que habían presentado varias empresas.
De esa manera se mantiene firme la medida impulsada por el Gobierno porteño de prohibir la entrega de bolsas de plástico que no sean biodegradables a partir del 1 de enero de 2017. Sin embargo, la jueza dejó abierta una puerta ya que dispuso que las bolsas se podrían vender en las góndolas y entendió que se trata de una proceso colectivo ya que la decisión del Gobierno porteño podría afectar a otros fabricantes.
Por esa razón, abrió un plazo de diez días para que los posibles perjudicados, como también quienes están a favor, presenten sus posiciones.
En otro tramo de su fallo sostiene que la medida "no prohíbe la producción ni comercialización de las bolsas no biodegradables sino solamente su entrega en la línea de cajas", y que por ese motivo "las bolsas no biodegradables que los actores producen podrían ser vendidas al público en las góndolas de los comercios, al igual que el resto de los productos".
Jorge Metri titular de Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas del Plástico (Apymep) calificó como un "mamarracho" la resolución de Lourido. Consultado por Télam, aseguró que no entiende "como por un lado la jueza rechaza la cautelar pero por el otro nos dice que podemos vender en las góndolas". Metri aseguró que desde que comenzaron a repartirse las bolsas verdes, sus ventas cayeron 60 por ciento: "Todo esto nos afecta, lo único que queremos es trabajar. El polietileno no contamina, solo hay que saber tratarlo. Hay que concientizar a la gente para que reutilice las bolsas", agregó.
VIDEO: Institucional de la Ciudad de Buenos Aires