Argentina inauguró su pabellón en la Exposición Universal de Shanghái 2010 el 1 de mayo, como todos, pero llegó a la cita "in extremis", debido a retrasos acumulados en su ejecución y que la convirtieron en uno de los participantes más rezagados en concluir el proyecto.
Sin embargo, en los cinco días que lleva abierto, y según sus responsables, ya ha recibido la visita de unas 27.000 personas el primer día, 22.650 el segundo, 14.700 el tercero y unas 17.000 ayer. La demora se debió principalmente a la aprobación del presupuesto" definitivo del proyecto, que incluso tuvo que acelerarse mediante una "decisión administrativa", explicó hoy a la agencia española EFE su comisario general, Martín García Moritán.
El equipo, siguiendo el trabajo del arquitecto argentino Atilio Pentimalli, tuvo que completar, desde febrero, su decoración exterior e interior en un tiempo récord. "Se comenzó tarde", admitió García Moritán, "pero con la seguridad de que íbamos a llegar a tiempo, porque así lo habíamos acordado con los organizadores", añadió. El presidente de la Comisión Asesora Interministerial que coordina el pabellón argentino en esta Expo, Luis María Kreckler (también subsecretario de Comercio Internacional), llegó a decir a EFE el 28 de enero pasado que por entonces desconocía el presupuesto.
La cifra ascendió finalmente a un total de 4.995.532 dólares, de los cuales cerca de 3,5 millones corresponden a la construcción y el desmontaje de la decoración interior y exterior del pabellón.
El 28 de enero pasado, canciller Jorge Taiana, recibió simbólicamente en Shanghái las llaves del pabellón, una nave de 2.000 metros cuadrados, alquilada a los organizadores de la Expo. La empresa china que lo construyó lo entregó en diciembre pasado, pero no empezó a ser decorado hasta febrero. Los retrasos, sin embargo, vienen de lejos, ya que Argentina estuvo desde hace años entre los más rezagados en confirmar su presencia y poner en marcha todos los preparativos necesarios, junto con países como Venezuela, Uruguay o Perú.
Ya en noviembre de 2006, el Comité Organizador de la Expo apremió a Taiana para que confirmara cuanto antes la participación argentina, puesto que quería darle al país sudamericano un lugar protagonista en el recinto, en agradecimiento por apoyar la candidatura china de Shanghái 2010.
Cristina Fernández de Kirchner, no declaró de "interés nacional" la presencia de su país en la Expo hasta marzo de 2009, y no fue hasta el 6 de abril del año pasado cuando la Argentina se convirtió en el participante número 196 (de 242, incluidos organismos internacionales) en firmar su contrato de alquiler.
Para el programa cultural está confirmada ya la presencia del compositor Gustavo Santaolalla (ganador de un Óscar en 2006), el bailarín Iñaki Urlezaga, el basquetbolista Luis Alberto Schola, el charanguista Jaime Torres y la cantante Susana Rinaldi.