Agrupaciones políticas kirchneristas, sindicatos y movimientos sociales realizaron este miércoles una importante movilización en el centro porteño para repudiar la represión a las protestas en Jujuy, haciendo responsable al gobernador de esa provincia, Gerardo Morales.
La manifestación fue encabezada por la CTA de los Trabajadores con su gremio madre, la Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA), además de la CTA Autónoma y su sindicato principal, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), que llamaron a un paro nacional con cese de actividades desde este miércoles y hasta el jueves.
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Se sumaron a la convocatoria callejera organizaciones políticas del kirchnerismo como La Cámpora, gremios como Camioneros, además del Movimiento Evita, el MTE, el Frente Popular Darío Santillán, entre otros movimientos sociales. También participaban movimientos sociales como la UTEP, el MTE y el Frente Darío Santillán, entre otros.
Desde antes del mediodía los manifestantes se concentraron en el Obelisco y sus inmediaciones, con gran presencia sobre la Avenida 9 de Julio (que sufrió alternaciones en el tránsito durante varias horas) y desde allí se dirigieron a la Casa de la Provincia de Jujuy, en el barrio de Retiro, en el marco de un férreo operativo de seguridad.
De hecho, el edificio provincial había amanecido totalmente vallado para evitar desbordes violentos. Como consecuencia del operativo de seguridad, la avenida Santa Fe permaneció cortada al tránsito entre Carlos Pellegrini y Esmeralda.
Pasadas las 15, las columnas de las distintas organizaciones ya habían comenzado lentamente a desconcentrar, aunque permanecían algunos grupos sueltos que no cesaban con la protesta.
En declaraciones periodísticas, el secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Hugo "Cachorro" Godoy, consideró que "al pueblo jujeño no le dejan alternativa" ya que "o lo reprimen o sacan decretos inconstitucionales que buscan habilitar la represión para reclamos".
Por su parte, el diputado nacional del Frente de Todos y titular de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, exigió que se deje de "reprimir a los jujeños que reclaman por sus derechos" y lamentó que se haya aprobado "de espaldas al pueblo una reforma constitucional manchada con sangre".
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El rechazo a la reforma de la Constitución de Jujuy provocó fuertes protestas en la provincia norteña, que fueron reprimidas por la Policía local: pese a que Morales retiró dos artículos de la modificación, los cuestionamientos continuaron y la cuestión se nacionalizó, con duras críticas cruzadas entre Juntos por el Cambio y el Frente de Todos.
El martes por la tarde, mientras en Jujuy se multiplicaban las escenas de represión de fuerzas de seguridad contra manifestantes tanto en la Legislatura provincial como en distintos cortes de rutas, agrupaciones de izquierda concentraron en la Avenida 9 de Julio de la capital porteña para cuestionar la reforma de la Constitución jujeña, así como para reclamar la liberación de los detenidos en los incidentes.
Mientras que las dos CTA y algunos gremios como La Bancaria, de Sergio Palazzo, adhirieron al paro nacional, la CGT hizo lo propio pero solamente en territorio jujeño.