Ejecutivos de la constructora brasileña Odebrecht confesaron que la compañía habría pagado sobornos por US$ 35 millones a funcionarios argentinos entre 2007 y 2014. Así lo reveló esta tarde el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, de acuerdo a los documentos a los que accedió PERFIL.
La información surge de las confesiones de al menos seis autoridades de la principal constructora de Brasil, investigada en el caso Lava Jato y en los Estados Unidos, y de otros diez brasileños involucrados. Las coimas, afirmaron, se habrían pagado a través de “intermediarios” entre la empresa y los funcionarios de los gobiernos kirchneristas. Además, reconocieron la existencia de una oficina especialmente creada para la administración de los pagos indebidos a funcionarios de Brasil y otros países, como Venezuela, Perú, Estados Unidos, Angola, Colombia, México, Guatemala, Panamá, República Dominicana, Ecuador y Mozanbique.
En 2008, durante el primer gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, Odebrecht “se comprometió, junto con otros actores -no se mencionan cuáles-, a realizar pagos a futuro para funcionarios públicos argentinos”, cuyos nombres no fueron revelados aún. Más tarde, entre 2011 y 2014, y a través de una “División de Operaciones Estructurales” desviaron fondos a un intermediario con quien la compañía, según los arrepentidos, acordó pagos para funcionarios argentinos por un total de US$ 2,9 millones. Uno de los arrepentidos era el responsable de aprobar el pago de sobornos desde esta División de Operaciones Estructurales. Otros, actuaban bajo sus órdenes. Sus nombres no fueron revelados en los documentos del acuerdo que realizaron con las autoridades de los Estados Unidos para colaborar en la investigación.
Los ejecutivos revelaron un tercer pago, realizado entre 2011 y 2014 a una cuenta privada de un “intermediario”, quien recibió otros US$ 500 mil. El acuerdo, nuevamente, era que el dinero estaba destinado a funcionarios.
Odebrecht ganó varias licitaciones públicas durante los gobiernos kirchneristas en las áreas de infraestructura, transporte y energía, como el soterramiento del ferrocarril Sarmiento -junto a la empresa de Angelo Calcaterra, primo de Mauricio Macri-, la central hidroeléctrica Pichi Picún Leifú y la ampliación de los gasoductos San Martín y Neuba, entre otras. Las contrataciones fueron gestionadas desde las áreas del ex ministro Julio De Vido y del ex secretario de Transporte Ricardo Jaime, entre otros.
Los documentos fueron redactados en la fiscalía de Nueva York -Distrito Este- y por el área de Fraudes de la División Criminal del Departamento de Justicia estadounidense. Los textos también revelan que la compañía tenía un presupuesto asignado para estos pagos indebidos y un sistema informático especialmente pensado para llevar adelante la contabilidad de la maniobra.
El diario Folha De Sao Paulo reveló esta tarde que, de acuerdo al relato de los arrepentidos obtenido por los Estados Unidos, Odebrecht habría pagado coimas por US$ 599 millones a funcionarios y políticos de Brasil, y otros US$ 439 millones a funcionarios públicos de esos 12 países del continente. Los sobornos, entonces, rondarían los US$ 1.038 millones.
Las confesiones surgieron en el marco de una negociación que se lleva adelante en Brasil y en los Estados Unidos para que empresarios y autoridades de Odebrecht revelen el pago de sobornos a políticos y funcionarios de Brasil y otros doce países del continente. Las autoridades estadounidenses tienen especial interés, ya que Odebrecht habría pagado sobornos también en ese país.
A cambio, los arrepentidos, que ya superan los 70 ejecutivos en el acuerdo de la Justicia brasileña, obtendrían la baja de penas y la posibilidad de seguir operando en el mercado tras el pago de multas millonarias.