La justicia federal propinó otro revés al empresario kirchnerista Lázaro Báez, quien buscaba dilatar el avance de la causa en la que se lo investiga por lavado de dinero. El juez federal Sebastián Casanello negó un planteo de nulidad aportado por la defensa del empresario, en el que solicitaba que se frenara un peritaje contable sobre él, su familia y 22 empresas. El fiscal del caso, Guillermo Marijuan, ya se había pronunciado en contra de lo solicitado por los abogados de Báez. Ayer, Casanello ratificó la postura. Fue la Cámara Federal la que le ordenó al juez poner la lupa sobre los bienes del zar de la obra pública y sus empresas.
La investigación contra Báez, por presunto lavado de activos, se originó por las declaraciones de Federico Elaskar y Leonardo Fariña, dos financistas que aparecieron en el programa de Jorge Lanata, denunciando que habían fugado dinero ilícito de Báez al exterior. De acuerdo a la operatoria denunciada por Fariña y Elaskar, el empresario K les había ordenado armar sociedades en paraísos fiscales para girar dinero proveniente de negocios ilícitos a Suiza. Fariña y Elaskar se desdijeron luego, pero quedaron complicados ante la Justicia. Según lo que declararon en su momento tanto Fariña como Elaskar, fugaron del país divisas por 55 millones de dólares sólo en seis meses.
Marijuan dio por probado que los vuelos privados para llevar dinero negro hacia Buenos Aires y luego hacia Uruguay, que entonces revelaron Fariña y Elaskar, existieron. El fiscal dijo, entre otras cosas, que unos 200 millones de pesos regresaron al país desde Suiza. Si la pericia contable arroja dudas, Báez y su entorno podrían ser llamados a declaración indagatoria, según revelaron fuentes judiciales.
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