Sandra Mendoza nació en Presidencia Roque Sáenz Peña el 20 de abril de 1963. Es una del ex ministro de la Corte chaqueña, Guillermo Mendoza, figura patricia dentro de peronismo del provincial, que fue miembro del Superior Tribunal de Justicia del Chaco prácticamente desde que se convirtió en provincia. En rigor, Mendoza ingresó al Superior Tribunal de Justicia en 1953 dos años después de su creación, cuando se amplió a cinco el número de miembros. Fue entonces cuando reemplazó a Carlos Diulio Giannoni.
Las interrupciones de la democracia no fueron fáciles para los Mendoza. Junto a Tita Fernández, su esposa, tuvieron cuatro hijos: Lichy, hoy funcionaria en el ministro de Educación del gobierno de Jorge Capitanich; Claudio Ramiro, ex diputado nacional y provincial, fallecido en el 2005; Sandra y Rodrigo.
En 1983 Guillermo Mendoza fue propuesto nuevamente para ocupar un cargo en el Superior Tribunal de Justicia. La familia ya estaba instalada en Resistencia. Su hija Sandra estudiaba Kinesiología y desde el interior había llegado a Resistencia a estudiar Ciencias Económicas, Jorge Milton Capitanich.
Ella misma cuenta que se conocieron en la militancia estudiantil. Ese noviazgo fue clave para el actual gobernador del Chaco. Los vínculos de los Mendoza dentro del peronismo le fueron abriendo puertas en el mundo de la política, mientras él, paralelamente se preparaba en lo académico.
Gracias al padre de su novia, Capitanich ingresó a la administración pública provincial en 1987, un año antes de recibirse como contador. Fue secretario privado del entonces gobernador Danilo Luis Baroni, pasando luego por la Pro Secretaría General de Casa de Gobierno. Por último fue Secretario de Comunicación Social de Casa de Gobierno, recuerda Adam Pedrini, otro histórico dirigente del peronismo chaqueño. A partir de allí iniciaría sus contactos con la política nacional durante el gobierno de Carlos Saúl Menem. Mientras las relaciones políticas fluían, en lo económico todo iba a mejor.
Sandra Mendoza se casó con Capitanich hace unos 14 años y tuvo dos hijas. De a poco, las finanzas familiares fueron prosperando. Presentó su declaración jurada en la Cámara de Diputados provincial, cuando asumió en 2005. Allí reconoce un patrimonio de 2.156.104 pesos, todo en bienes gananciales. Pero no están mencionadas sus participaciones en distintas empresas, como JG ADVANCE SA, u otras en donde aparece asociado su marido, como Regional Airport Systems SA, AGRONEA o M-Unit, el polémico fondo que creó un pool de siembra, del que dice haberse desprendido.
Su hermano Claudio Ramiro Mendoza fue diputado nacional y provincial. Sandra lo intentó en varias ocasiones, pero no pudo llegar. En 2003, un acuerdo político la bajó del cargo. Recuerdan algunos "compañeros" que el propio Capitanich intervino para bajar a su esposa, que igual estuvo dispuesta a ir a las internas. Pero un apoderado de su lista se presentó al Tribunal Electoral y pidió la baja.
Mendoza acusó directamente a su esposo por esa maniobra, en uno de los primeros escándalos políticos que protagonizó. Capitanich ya era senador y afirman que por este hecho, la esposa armó otro en las oficinas de la Cámara Alta. Iba mostrando las uñas y por primera vez se habló en público de la posibilidad del divorcio de Jorge Capitanich. La noticia formaba incluso parte de las columnas políticas de los diarios de aquella época.
El divorcio finalmente no se produjo. La división de bienes hubiera significado una escisión tremenda para Jorge Capitanich, y parece que fue eso lo que lo contuvo. De todas maneras, aquella relación nunca volvió a ser lo que era.
Dicen los que conocen a la pareja que desde entonces viven separados, aunque Capitanich agradeció a su esposa cuando fue electo gobernador. Y tiene que hacerlo. De no ser por ella, no hubiera pasado de militante medio, un buen técnico, pero nunca un dirigente de peso.
El 2005, fue la otra oportunidad para que Sandra Mendoza intentara llegar a su banca. Los que no quieren al matrimonio aseguran que esta vez Capitanich pidió el cargo para ella en un acuerdo político en el que además estuvieron Gustavo Martínez, entonces presidente del PJ Capital y ahora presidente de SAMEEP y José Mongeló, entonces presidente del Consejo Provincial del partido, ahora subsecretario de Cultos de Capitanich.
Mendoza fue aceptada a regañadientes por Martínez que era diputado provincial y jefe de la Bancada. La crisis política no tardó en aparecer. Sandra Mendoza tenía vuelo propio y no compartía las estrategias del bloque. La crisis fue tan grande que el Bloque llegó a expulsarla.
Mientras gobernó fue una aliada importante del gobierno radical de Roy Nikisch. Recuerdan entonces, que en el 2001, cuando nadie recordaba a Claudio Mendoza, su hermano, Ángel Rozas, el ex hombre fuerte de la política provincial, lo presentó al hermano de Sandra como nuevo miembro de la Alianza en la provincia. Fue contratado para ejercer cargos en la Casa de Chaco en Buenos Aires. Algunos creen que la buena predisposición de la diputada Mendoza con el gobierno radical pasaba por esto.
Capitanich en Buenos Aires, Sandra Mendoza en el Chaco. Los cargos políticos le ponían formalidad a la separación de hecho. Irritados con ella, ahora dicen que el senador le consiguió el cargo de diputada precisamente para eso.
Desde ahí, es materia conocida. Quiso imponer ministros, o manejar ministerios. Logró que echaran al responsable de Información Pública, Néstor Avalle, a la ministra de Desarrollo Social, Claudia Panzardi, pidió dos veces la renuncia del ministro de Gobierno, Jorge Alcántara, también la del ministro de Salud, Oscar Holzer, siempre de manera pública en duras conferencias de prensa o a los gritos en la antesala del despacho del gobernador y logró la designación de Verónica "La pipi" Ansaloni, una mujer con quien la une una estrecha relación. Ahora, con el cambio que hizo su marido, será la ministra de Salud.
(*) especial para Perfil.com