Tras dos meses de gestión, y mientras se agudiza el acuartelamiento de oficiales de la Policía santacruceña, el secretario de Seguridad provincial, Alejandro Martin, presentó su renuncia, en medio de las amenazas del gobierno de Daniel Peralta de sancionar a los policías que continúen con las protestas.
El ex funcionario era uno de los encargados de llevar adelante las negociaciones con los efectivos autoconvocados que mantienen la medida de fuerza desde el 2 de julio, y que durante la jornada reclamaron una audiencia al gobernador Daniel Peralta.
Por su parte, los agentes se movilizaron nuevamente en la capital provincial y anunciaron que seguirán con las medidas hasta tanto el gobierno local acerque una propuesta salarial satisfactoria.
Durante una conferencia de prensa, los policías ratificaron el rechazo al decreto que aprueba el aumento impuesto por Peralta, que otorga una suma no remunerativa de 800 pesos hasta fin de año y un incremento progresivo en el valor punto que se utiliza para calcular el salario desde enero a junio de 2013.
Los referentes policiales insistieron con el reclamo para que un policía sin antigüedad que hoy percibe un salario de casi 5 mil pesos se incremente hasta casi 9 mil. En tanto, varios oficiales de la zona norte provincial se plegaron a la retención de servicios. Hasta el momento, la huelga dejó sin patrullajes a las ciudades y limitó la atención en comisarías a casos de emergencia.
En ese marco, la ministra de Gobierno, Paola Knoop, advirtió que los policías que sigan con las medidas de fuerza serán sometidos a "sanciones administrativas" y se les descontarán los días que no cumplan con su actividad normalmente.
Asimismo, remarcó que la Fiscalía de Estado analiza realizar "las presentaciones ante la Justicia que correspondan" para que "la seguridad vuelva a las calles" de la provincia.
De hecho, durante el fin de semana una seguidilla de robos a comercios generó preocupación en la capital, que no recibió en esta ocasión la visita habitual de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para su descanso semanal.
Knoop aseguró que el gobierno había "agotado todas las instancias de diálogo que se abrieron" con los policías. "Esperamos que como todo decreto sea acatado, pero en el caso de que no sea así hay sanciones internas administrativas dentro de la policía que se están llevando a cabo con los sumarios correspondientes", sostuvo la funcionaria, quien advirtió que el "día no trabajado será día descontado" a los policías rebeldes.
Acatamiento. En la localidad de Caleta Olivia, donde surgió la protesta el lunes de la semana anterior, algunos oficiales se plegaron a la protesta para repudiar el aumento otorgado por decreto.
El sargento primero Eliseo Bobadilla, uno de los voceros del sector, confirmó que desde participaba de la protesta "casi el 80 por ciento de los oficiales" de la fuerza de seguridad, que hasta ahora no se habían sumado a la huelga.
"Estamos autoconvocados casi el 100 por ciento del personal de suboficiales y agentes", añadió el sargento, y señaló que "por primera vez en la historia" se suman los policías de más altos cargos a la protesta.
