A una semana de las elecciones, la foto de la carrera presidencial muestra unos últimos metros decisivos y apretados para definir si el domingo hay presidente electo o vamos al ballottage. Aun así, sobresale la figura de Daniel Scioli, que estaría obteniendo el triunfo en primera vuelta, con el 42% de votos proyectados, a 14 puntos de Mauricio Macri (28%) y a 19 de Sergio Massa (23%). Mientras que en un planteo de segunda vuelta, Scioli le ganaría a Macri, pero caería ante Massa.
Esto es lo que refleja la muestra nacional de Ipsos-Mora y Araujo para PERFIL, que se realizó del jueves 8 al jueves 15 de octubre con encuestas presenciales de más de 1.200 casos en todo el país. Se insiste siempre con lo mismo para no dar lugar a equívocos: un estudio sociológico serio no adivina el futuro sino que plantea escenarios probables.
En esta probabilidad que plantea Ipsos-Mora y Araujo, se mantiene con ligeras variantes una foto que ya se expresó hace un mes, en su encuesta nacional anterior de intención de voto. Los porcentajes obtenidos mantienen la misma lógica del escrutinio, donde no se cuentan los votos “negativos” (impugnados y en blanco) y no hay indecisos.
Aunque estancado, Scioli mantiene una proyección por encima del 40%, lo que le permitiría llegar a la Casa Rosada sin necesidad de ballottage. Su fortaleza electoral se puede detectar en el nivel socioeconómico bajo (50% de adhesiones) y los territorios del NEA, NOA, Gran Buenos Aires y Patagonia, donde recoge por arriba del 40% y en algún caso llega a casi el 60% de apoyo.
Los números lucen, igual, apretados. Al requerir más de 40% de votos y más de 10 puntos de diferencia con el segundo para ser electo en primera vuelta, estas proyecciones (con margen de error de +- 2,8%) reflejan lo ajustado que puede ser el resultado y el recuento de votos, lo que crispa los nervios de los protagonistas y de sus equipos.
¿Llega? La performance de Macri mejora ligeramente respecto a hace un mes, pero no le bastaría hasta ahora para forzar la segunda vuelta: obtiene un proyectado de 28,2%: dos puntos (para arriba de Macri y para debajo de Scioli) son los que pueden definir si hay presidente el domingo próximo.
El actual jefe de Gobierno porteño se hace fuerte en su ciudad (más del 40%), en la región Pampeana y Cuyo (con valores superiores al 30%) y en el nivel socioeconómico alto. Pese a que queda tercero en varios centros electorales clave, como el Gran Buenos Aires, su mayor problema es que sigue siendo el único candidato que no consigue retener todo el voto que obtuvo el espacio que lidera, en su caso Cambiemos, en las PASO de agosto.
El estudio de Ipsos-Mora y Araujo refleja la recuperación de Massa y su mejoría en relación a las primarias, ya que le proyecta 23%; 3 puntos por encima de lo que UNA en su conjunto consiguió en las primarias. Pero la arremetida final del tigrense luce insuficiente: todavía lo separan de Macri 5 puntos y, salvo alguna sorpresa, parece difícil que logre descontar esa diferencia. Porque encima es doble: debe lograr sobrepasar a Macri y que Scioli no llegue al 40%.
Está claro que detrás de ese objetivo, Massa está dispuesto a quemar los cartuchos, como lo demuestra la publicidad que publica hoy en varios diarios (incluido PERFIL) basándose en la encuesta anterior de Ipsos que se publicó aquí, para mostrar que él le puede ganar el ballottage a Scioli.
Si va la segunda. La apuesta de Massa tiene cierto asidero, según ratifica el nuevo estudio de Ipsos. Porque en un escenario de ballottage, con votos proyectados, Scioli le ganaría a Macri por más de 6 puntos, pero Massa vencería a Scioli por 5.
La explicación respeta una lógica. Mientras en segunda vuelta casi todo el voto macrista –fuertemente anti K– derivaría en Massa si llegara a disputar la final, el voto de éste se divide más repartidamente entre Macri y Scioli en un ballottage.
Para llegar a esa instancia, se insiste, la oposición necesitaría que alguno de sus candidatos consiga un porcentaje de votos cuyo primer dígito empiece con 3. Acaso crean que hay más chances de que el porcentual de Scioli no comience con 4. Y allí sí se volverá a votar el 22-N. Con los estrechos márgenes que se vislumbran, se entiende la pelea del voto a voto de cada candidato y el desafiante sprint final de esta semana. Porque las cartas no están echadas.
Ficha técnica de la encuesta
Tipo de investigación: cuantitativa. Método de recolección de datos: encuestas presenciales con tablets en hogares. Tipo de encuesta: cuestionario estructurado compuesto por preguntas cerradas y semiabiertas, con una duración de 15 minutos aprox. Target: hombres y mujeres de 16 a 75 años de todos los niveles socioeconómicos residentes de todo el país. Fecha de campo: del 8 al 15 de octubre. Tamaño de la muestra: 1.209 casos. Método de muestreo: probabilístico hasta la selección del individuo, mediante un muestreo estratificado, multietápico por conglomerado en hogares, según cuotas de edad, sexo y NSE. Ponderación: se ponderó teniendo en cuenta género, peso poblacional por estrato, región y voto anterior. Error muestral: +- 2,81%. Nivel de confianza: 95%. Perfil de la muestra: 53% mujeres, 47% hombres; 8,6% NSE alto, 47,6% NSE medio y 43,8% NSE bajo; 23% de 16 a 25 años, 23% de 26 a 35, 19% de 36 a 45, 15% de 46 a 55 y 21% de 56 a 75 años.