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Se intensifica la pelea en el club de intelectuales macristas

El debate de fondo que atraviesa al club es la afinidad ideológica de este colectivo de pensadores con Juntos por el Cambio

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Graciela Fernández Meijide y Eduardo Lazzari. | Cedoc Perfil

Hay pelea en el Club Político Argentino. Será esta tarde, cuando la presidenta del grupo de intelectuales intente expulsar a su vice. Ella es Graciela Fernández Meijide. Y su segundo, al menos hasta hoy, el historiador Eduardo Lazzari. El debate de fondo que atraviesa al club es la afinidad ideológica de este colectivo de pensadores con Juntos por el Cambio

Para algunos socios, esa cercanía se volvió una suerte de simbiosis, impuesta de forma vertical por el oficialismo de Fernández Meijide. La salida del poder del macrismo potenció los cruces internos. La gestión de Alberto Fernández, cruzada con la irrupción del coronavirus, terminó por magnificar aún más los debates en el mailling del CPA. El periodista, escritor, licenciado en historia Daniel Muchnik resumió ese derrotero, en una nota publicada el viernes pasado en Infobae.

Socio del CPA hasta 2017, Muchnik acusó a las autoridades del grupo de “actuar con mano de hierro contra cualquier disidencia y castigar a cualquiera que pensara diferente a la Comisión Directiva”. Afirmó que en 2017 “el club se había convertido en una suerte de Carta Abierta de signo contrario. Ejercía una adhesión ciega a la Casa Rosada. No hubo una sola solicitada cuestionando la ineficiencia de sus funcionarios, la firma de agobiantes créditos externos, la inflación, la recesión profunda, el deterioro de la clase media, el crecimiento exponencial de la pobreza, la marginalidad y el desempleo, la progresiva destrucción de la industria nacional, las torpezas de secretarios y ministros de Estado”. El artículo, firmado junto al otro ex CPA Carlos Gabetta, se tituló “¿Qué pasa con los intelectuales argentinos?”.

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La de nota de Muchnik avivó incomodidades preexistentes dentro del club. Fernández Meijide minimiza las pujas y niega ejercer el liderazgo “con mano de hierro” que le atribuyen. Pero algunas de las discusiones ya incluyen acusaciones explícitas, pases de factura y hasta insultos.

El lunes 30 de marzo, por ejemplo, el ex secretario de Cultura, Pablo Avelluto, mandó “a la puta que te parió” a Lazzari. Fue cuando en el foro se intercambiaban opiniones sobre la política comunicacional del gobierno frente a la pandemia. Tras un largo cruce sobre si los mensajes de Alberto Fernández eran pertinentes o populistas, “patriótico futboleros” o “patriótico bélicos”, Avelluto concluyó: “Es muy desafortunado que exista gente como Lazzari en este Foro. Por último, he decidido desafiar al Comité de Mediación de la institución. Lazzari, ándate a la puta que te parió". El mail del ex secretario de Cultura macrista fue difundido por Perfil.

El intelectual que quedó a tiro de expulsión, sin embargo, fue el historiador Lázzari. Hoy a partir de las 18.30 se podría concretar la sanción. La resolverá la comisión directiva del club, donde suele hacer valer su voz la mayoría oficialista. Un mail institucional del club así lo anticipó el 10 de abril pasado: “La presidente del Club, Graciela Fernández Meijide, convoca a una reunión extraordinaria de la CD para tratar la situación societaria y dentro de la CD, del socio Eduardo Lazzari, provocada por la publicación en la página online del diario Perfil, de e-mails textuales que circularon entre los integrantes del Club”. Es decir, le atribuyó haber filtrado un mail del colectivo, como motivo de expulsión.

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En la orden del día de hoy, la ex ministra de la Alianza amplió las acusaciones: “Haber mentido con respecto a la actitud de la Sra. Graciela Fernández Meijide, al afirmar que ella es la líder de una facción embarcada políticamente a nivel nacional”. Y agregó otra supuesta falta: “Haber desobedecido intencionalmente decisiones de la CD a la que él pertenece”.

El embajador Miguel Ángel Espeche Gil fue uno de los intelectuales que se opuso a la expulsión a Lázzari. En el foro del CPA planteó que esa posibilidad significaría ejercer una “inadmisible policía de las ideas”. Otros socios, como Pedro Del Piero, Oscar Sperling, Guillermo Ariza y Alejandro Peyrou también cuestionaron la (casi segura) sanción a Lázzari.

El CPA cuenta con unos 250 académicos, abogados, sociólogos, economistas, politólogos y periodistas, más algunos ex funcionarios macristas. Los más vinculados al gobierno anterior son Pablo Avelluto y el consultor Jaime Durán Barba.

En el lapso del último año, 26 personas abandonaron el club: dejaron de pagar los 400 pesos mensuales de cuota y se corrieron de las charlas y encuentros. Se trató de un éxodo por goteo del 10% de sus integrantes. En los últimos meses, la fuga se aceleró: la radical Elva Roulet (ex vicegobernadora bonaerense de Alejandro Armendáriz), la ex legisladora Marta Oyhanarte, el economista Javier González Fraga y el diplomático Juan Archibaldo Lanús presentaron la renuncia.