POLITICA
ATENTADO A LA AMIA, 25 AÑOS

Sebastian Basso: "La investigación hoy es de hormiga, vamos por sutilezas"

Fue designado en 2019, y dice que veinte profesionales trabajan en el caso. Señala que "hay oscuridades" y que se investigan varias líneas.

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DESPACHO. Trabaja en la misma oficina que ocupó Alberto Nisman, frente a la Plaza de Mayo. | Juan Obregón.

El atentado a la sede de la AMIA aún permanece impune, un cuarto de siglo después. Los últimos tiempos no arrojaron grandes novedades en la investigación. La más reciente de importancia ocurrió cuando bajo la gestión de Sabrina Namer y Roberto Salum en la UFI AMIA se logró la identificación de Salman Salman, un terrorista de origen libanés, acusado de ser el coordinador del grupo Hezbollah que estuvo en Buenos Aires en julio de 1994. Hasta entonces, y desde 2009, había sido buscado como Salman El Reda, nombre que figuraba en su documentación apócrifa. El año pasado se libró la orden de captura internacional, ya con el verdadero nombre, por lo que en la UFI AMIA esperan que se identifique su paradero y se lo detenga. La sospecha es que está en el Líbano, tal como publicó PERFIL.

Salman Salman es uno de los nueve imputados en el caso y, a excepción suya, los demás son de origen iraní. En tanto, salvo dos de los involucrados que tienen inmunidad diplomática, todos tienen órdenes rojas de Interpol.

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A comienzos de este año fue designado al frente de la UFI el fiscal Sebastián Basso. En diálogo con PERFIL, Basso habló sobre los principales desafíos que presenta el caso y sobre las críticas por su vínculo con la ex camarista María Riva Aramayo, salpicada en el encubrimiento del atentado. Para Basso, desde la fiscalía no hay dudas: el atentado fue cometido con una camioneta Trafic, usada como coche bomba, cargada con unos 400 kilos de nitrato de amonio, detrás del cual estuvo el brazo armado de Hezbollah.

—¿Cómo continúa la investigación?

—Se siguen investigando las distintas líneas. Sabemos que hay oscuridades. Buscamos identificar a otras personas que hayan participado en el atentado y llevarlos a juicio. Hay veinte profesionales que se encargan del tratamiento de los archivos. Se busca algún dato que nos permita avanzar. Veinticinco años después, el trabajo es de hormiga, vamos más bien por las sutilezas.

—¿Cuántas más personas podrían estar involucradas?

—Hay un grupo de terroristas que vinieron a hacer el atentado, muchos de los cuales no están todavía identificados. Se supone que fueron tres grupos: logística, operativo y limpieza, por mecánica general. El explosivo se consiguió en Argentina. La base es nitrato de amonio. Eso claramente se consiguió acá o en un lugar cercano y alguien lo trajo hasta Buenos Aires. La camioneta alguien la acondicionó.

—¿De dónde proviene la mayor cantidad de documentación?

—Hay mucha de la ex SIDE que está siendo analizada por expertos. Lo que hay son todos los papeles de trabajo que tenía la Secretaría de Inteligencia.

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—¿Cómo se llega a ese material?

—El Estado, a lo largo de las sucesivas gestiones, fue abriendo más el panorama con la desclasificación de archivos de la ex SIDE. La primera la hizo Néstor Kirchner. Eso permitió avanzar con las irregularidades del encubrimiento. En 2015, Cristina Fernández desclasifica más archivos, y en 2016, Mauricio Macri dicta otro decreto a través del cual permite la desclasificación de más archivos. Todo eso es un material muy fuerte y grande. Desde 2015, veinte profesionales se dedican a todo el tema de tratamiento y análisis de archivo. En paralelo, empleados de la fiscalía trabajan sobre eso para ver si se encuentra algún dato, prueba o evidencia que nos permita avanzar.

—Tras su designación, fue criticado por ser familiar de la ex camarista Luisa Riva Aramayo (N. de R.: salpicada con el encubrimiento del atentado).

—No niego el vínculo. Era una prima de mi madre que falleció en 2002. Es otra generación, no era mi amiga, para esa época no hablaba de este caso. No tengo ninguna atadura con nada. Si hay que denunciar a alguien lo voy a denunciar. Es un dato más de la historia, pero no me genera incomodidad. En esa época yo no trabajaba con ella ni nada por el estilo, era el vínculo con una tía. No afecta mi objetividad en el caso.

—¿Implica algún cambio para la investigación que el Gobierno declare a Hezbollah “organización terrorista”?

—Esta investigación, como todas, hace una reconstrucción histórica; las políticas del Gobierno son para el presente y el futuro. En la medida en que favorezca a la investigación, será bienvenida.