El escándalo con José López no sólo dejó al funcionario kirchnerista como una “estrella de los medios”, sino que también puso a los policías que lo detuvieron como los nuevos héroes del PRO. A tal punto que el Gobierno prepara un acto para condecorarlos con Mauricio Macri junto a la gobernadora María Eugenia Vidal y el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo.
Se trata de los capitanes Fernando Sei y Pablo Delmo, quienes trabajan en General Rodríguez y fueron los primeros en llegar al convento donde López había arrojado los casi 9 millones de dólares. El acto será el martes a las 9 en la Escuela Juan Vucetich, en Berazategui, y supondrá además el ascenso y condecoración de Carolina Czudyc, oficial principal, y Alejandra González, oficial subinspectora, quienes participaron del operativo. También de los dos policías heridos en Ranchos producto de los disparos de los hermanos Lanatta y Víctor Schillaci en plena fuga. Ambos volvieron a sus casas y se recuperaron.
En principio, según pudo saber PERFIL, en un acto donde se efectivizará una serie de ascensos, Sei y Delmo subirían en el escalafón y se los premiaría con una condecoración. Hoy cada uno percibe un sueldo que apenas pasa los $ 18 mil y ambos son padres de cinco hijos. El dato del sueldo cobra valor cuando, según fuentes bonaerenses, el ex funcionario kirchnerista les ofreció una coima para que lo liberen por unos 100 mil dólares cada uno. El propio Macri les envió una “felicitación” esta semana y Ritondo impulsó su ascenso.
En el acto se espera que el Presidente ratifique la política de seguridad y que destaque a “los buenos policías”. Y Vidal remarcará que el plan para reformar la Policía Bonaerense no se detendrá. En especial, luego de la intimidación que sufrió en su despacho hace dos semanas.
Por lo pronto, no pocos medios de comunicación pidieron una entrevista con ellos. “Hasta que los condecoremos no van a hablar”, razonaron en la Gobernación. El interés en los dos jóvenes traspasó las fronteras de los noticieros: la producción de Mirtha Legrand, con su nieto Ignacio Viale a la cabeza, pidió tenerlos en la mesa de la diva de los almuerzos este fin de semana.
Como sea, en plena reforma, tras echar a más de mil policías y otorgar un plazo de 60 días para que los jerarcas de las comisarías presenten sus declaraciones juradas, en la Gobernación lo sintieron con alivio. “Fue como el gol de Perú contra Brasil”, se lo escuchó decir a uno de los funcionarios que trabaja en La Plata
