POLITICA

Los síntomas de un gobierno en descomposición

Operaciones por la salida del jefe de asesores; la polémica por la Ley de Alquileres y el proyecto por las aplicaciones en Buenos Aires son los últimos ejemplos de una gestión sin conducción política.

Cristina Kirchner y Alberto Fernández
Cristina Kirchner y Alberto Fernández | NA (archivo)

El Gobierno está sin conducción política en medio de una crisis económica que cada día toma mayor volumen y se acrecienta a una velocidad tal que hace difícil prever lo que puede pasar en el corto plazo. Hubo tres ejemplos en la última semana que grafican el estado de descomposición.

La más fuerte sucedió en las últimas horas, con la renuncia de un dirigente sin poder propio, Antonio Aracre. En medio de internas y rumores por la salida del ministro de Economía, Sergio Massa, el ahora exjefe de asesores quedó apuntado como uno de los operadores contra Massa. El blue se disparó, el dólar soja III no dió resultados (se liquidaron $0 el martes) y Aracre sirvió como un fusible para buscar un culpable a un plan que no da resultados.

Según publicó en Diario Con Vos el colega Jario Straccia, Aracre le recomendó al Presidente formar un comité de crisis ante la escalada inflacionaria. Alberto, fiel a su estilo, decidió no hacer ni una cosa ni la otra. ¿Crisis? El mensaje llegó a oídos de Massa. Su salida fue casi instantánea. ¿Quién tiene más poder hoy? ¿El Presidente o el ministro de Economía? La falta de conducción por parte de Alberto Fernández no deja de sorprender. Un dirigente que administra una de las "cajas" más grandes y sensibles a nivel nacional lo sintetizó así ante PERFIL: "Hace cuatro años que estamos acá. Nunca me reuní con él".

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Mientras la portavoz Gabriela Cerruti se encargaba de tapar filtraciones que salían de oficinas contiguas a la suya, Aracre se fue, Massa quedó en llamas, Malena Galmarini retuiteó a un economista, Alejandro Kowalczuk. "Massa se queda hasta el final, porque el final es cuando se vaya Massa", decía el mensaje. Que no haya dudas que no debe haber un plan B.

Otro ejemplo claro fue lo que pasó con la Ley de Alquileres. "Vamos a suspender la ley e instar al Congreso a tener una nueva norma". La frase fue enviada a portales, periodistas y todo aquel que tuviera un micrófono. La versión, dada por hecho, sacudió al mercado inmobiliario, a propietarios e inquilinos por igual. Después de varias horas de avisada la noticia, la decisión quedó en la nada. "Lo estamos analizando", apuntaron casi con vergüenza desde Casa Rosada a este medio. El tema se apagó. El rumor generó todo tipo de ruidos. "Quedamos presos de la interna. No hubo acuerdo para hacerlo. La filtración fue innecesaria", reconoció un funcionario de Balcarce 50.

Antonio Aracre renunció al cargo de jefe de asesores de Alberto Fernández

Sin ideas

El tercer y último ejemplo sucedió el martes en la provincia de Buenos Aires. En la legislatura bonaerense cuatro senadores, entre ellos María Teresa García y Omar Plaini, movieron fichas para avanzar con el proyecto para reglamentar a trabajadores de aplicaciones de delivery. La Cámara de Diputados convocó a la comisión para sacar la iniciativa. Según contó un diputado peronista, todo se pudrió antes de llegar al recinto. "Hace más de un año que no tenemos reunión de bloque. Diputados murió. La última discusión fue por el grupo de Whatsapp por el Presupuesto donde se filtró todo. Hubo una convocatoria donde nadie entendía la urgencia del proyecto así que terminó en la nada". Según agregó, la frase "lo pide Máximo (Kirchner)" se repite cada vez más. "Pero después resulta que no pidió nada, entonces no hay conducción política".

Según pudo confirmar PERFIL, el massismo no estaba conforme con acompañar la iniciativa, La Cámpora no tenía posición uniforme y el resto quedó "boyando". La comisión comenzó y duró menos de 3 minutos. "No hay una línea clara. Es un desorden absoluto", cerró con cierto desgano este legislador.

"En lugar de dar oportunidades de laburo, el Gobierno propone un proyecto para limitar el derecho al trabajo. Desde Juntos, en consenso con otras fuerzas políticas, conseguimos frenar este avance que, una vez más, puso en evidencia las interminables internas del Frente de Todos", sentenció el diputado PRO, Juan Carrara.