La irrupción de unos 50 militares bolivianos al norte del territorio argentino, donde cometieron una serie de agresiones y robos a fincas salteñas, desató la polémica respecto de las relaciones diplomáticas entre ambos países, y llevó al canciller Héctor Timerman a calificar el hecho como "grave, inaceptable e inadmisible", al tiempo que anunció que la Casa Rosada le "está dando tiempo" al gobierno de Evo Morales para que tome las medidas del caso.
En tanto, la embajadora de Bolivia, Leonor Arauco, afirmó que enviarán un comité a investigar la denuncia por la violación de la frontera y aseveró que se "aplicarán sanciones", mientras el ministro de Gobierno, Seguridad y Derechos Humanos de Salta, Pablo Kosiner, también denunció lo ocurrido y dijo que se trata de un "abuso de autoridad por parte del Ejército de Bolivia que ha ingresado ilegalmente al territorio argentino".
La noticia se conoció hoy, a raíz de la denuncia judicial de la empresa forestal salteña Volcán SA, que acusó a un grupo de soldados bolivianos, al mando del coronel Willy Gareca, de haber ingresado ilegalmente al territorio nacional, donde destrutó cuatro kilómetros de alambrado de una finca de la compañía, donde robó maquinaria agrícola, postes y otros bienes por un valor de cerca de 200.000 pesos, informó el diario local El Tribuno.
La información fue otorgada por el abogado de la empresa, Julio Chávez, quien aseguró que el hecho ocurrió el 26 de octubre en el emprendimiento forestal El Polvaredal, que la firma posee en la zona fronteriza conocida como Junta de San Antonio, donde confluyen los ríos Grande, de Tarija, y Bermejo, en el departamento San Martín, unos 500 kilómetros al norte de la capital provincial. Y confirmó que "los perjuicios causados al patrimonio de la empresa alcanzan los 200.000 pesos".
Además, Chávez denunció que la tropa boliviana "no sólo violó nuestro territorio, sino que, además, causó lesiones a trabajadores argentinos que intentaron impedir el saqueo que, finalmente, fue cometido". Luego disparó: "Esto es gravísimo".
El ministro Kosiner, por su parte, aseguró: "Nunca hubo una discusión sobre límites, acá hay directamente un abuso de autoridad del personal del Ejército de Bolivia que ha ingresado ilegalmente a territorio argentino". Y detalló que el lugar donde ingresaron miembros del Ejército boliviano es "una zona selvática donde actualmente hay cultivos de caña".
La denuncia de la empresa fue radicada en el Juzgado Federal 3 de Orán, que solicitó la movilización de efectivos de Gendarmería hacia el área de conflicto, con el objeto de resguardar la paz y custodiar los bienes y las personas nacionales; al tiempo que solicitó a la empresa, cuya sede central se encuentra en la capital salteña, que suspenda todo tipo de tareas en la zona hasta que los gobiernos de ambos países involucrados en el caso tomen intervención en el tema.
Al igual que la empresa, el canciller Timerman también apuntó directamente al jefe de Frontera del Ejército Boliviano, con asiento en Bermejo, el teniente coronel Willy Gareca, de quien dijo que "viene diciendo que la Argentina se quedó con parte del territorio boliviano". Y precisó que el robo por parte de esos militares -denunciado por productores de la ciudad salteña de Orán- "es el último de una larga serie de incidentes en la frontera, que estamos tratando de solucionar con el canciller boliviano, David Choquehuanca".
"Este coronel Willy Gareca cree que puede tomar la ley con sus propias manos y estamos tratando de dialogar con el gobierno boliviano para que esto no ocurra", puntualizó el ministro, en declaraciones a radio 10. Además, remarcó: "Es inaceptable porque un coronel boliviano no puede entrar en territorio argentino y menos golpear personas". E insistió en que el hecho es "inadmisible", publicó DyN. "Es grave, son todos graves estos incidentes porque hay robo y agresión", advirtió además.
La respuesta boliviana. "Se tomarán las medidas inmediatas y se aplicarán sanciones", sostuvo la embajadora boliviana en declaraciones a la prensa, mientras que en declaraciones a la agencia Télam aseguró que "no existe ningún problema fronterizo" con la Argentina y adelantó que la semana próxima estará trabajando la Comisión de Límites de su país en la zona donde la empresa argentina denunció incursiones militares bolivianas.
Araujo dejó sentado también que si como resultado de la investigación surgiera que existe un responsable de la situación que se denuncia, Bolivia tomará las acciones que deba en forma interna y aplicará sanciones.