POLITICA
MAGDALENA

Su ex quiso incendiarla pero murió en el intento y a ella la condenaron a perpetua

Marcela Mendoza denunció a su expareja por violencia de género. La culparon por el siniestro en donde él murió y lleva cuatro años presa. Su familia pide su libertad.

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Marcela Mendoza está detenida desde el 9 de agosto de 2015. Fue condenada y luego ese fallo anulado, aún así permanece presa. | Cedoc Perfil

Marcela Mendoza vive desde hace cuatro años una pesadilla. Convivía con su pareja Eduardo Gómez en localidad bonaerense de Bartolomé Bavio, partido de Magdalena. Tras reiterados episodios de violencia, ella decidió separarse, pero la situación empeoró. El 9 de agosto de 2015, ambos estaban en un auto, él comenzó a gritarle y pegarle, la roció con un líquido inflamable e intentó prenderla fuego. Ella pudo escapar y salvarse. Al agresor le costó más salir del vehículo y sus quemaduras fueron más graves: tres días después murió. Desde ese momento la mujer permanece detenida: fue condenada a prisión perpetua, aunque luego ese fallo fue anulado. Pese a esa anulación, continúa tras las rejas y con su salud debilitada. Su familia reclama su libertad.

“Ella se fue a vivir con él y con mis dos hermanos menores, y la violencia empezó a acrecentarse. Entonces se separó. Pero como el alquiler estaba a nombre de él, le decía que la iba a sacar por la fuerza. Lograron mudarse, y ahí se da el episodio. El 7 de agosto, al festejo de cumpleaños de mi hermano asistió una amiga de la escuela, cuyo padre era compañero de trabajo de Gómez. Cuando mi mamá subió fotos de la celebración a las redes, su expareja le hizo una escena de celos y ese fue el desencadenante. La cita a hablar por eso, y ella va porque no quería que él fuera a su casa, para preservar a los chicos”, relató en diálogo con PERFIL, Marylin Alemán, una de las hijas de la detenida.

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En ese marco, la joven detalló lo ocurrido en el vehículo: “Él se pone violento, le tira del pelo y la golpea. En un momento saca algo del costado del asiento y ella no ve qué es, pero automáticamente se cubre la cara y enseguida siente fuego en la parte dorsal de las manos -de hecho tiene la cicatriz- entonces sale del auto, Gómez intenta seguirla y salir por la puerta del acompañante, pero como era un hombre de contextura robusta le costó, sufrió mayores quemaduras y falleció tres días después. Mi mamá estuvo detenida por 'intento de homicidio' y luego se cambió esa carátula a 'homicidio agravado por el vínculo'". Asimismo, denunció: "Hubo irregularidades en las declaraciones que hicieron los testigos en la comisaría de  la localidad de Bavio para responsabilizar y culpabilizar a mi mamá”.

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Familiares y amigos de Mendoza, acompañados por organizaciones feministas y organismos de derechos humanos, reclamaron el 8 de mayo frente a los Tribunales penales de calle 8 entre 56 y 57, la inmediata libertad y absolución de la mujer. FOTO: Agencia Andar

A su vez, amplió: “Mi mamá fue condenada a cadena perpetua en el primer juicio del Tribunal Oral 3 de La Plata, integrado por los jueces Ernesto DomenechAndrés Vitali y Santiago Paolini, convalidado por la acusación de la fiscal Silvina Langone. En ese juicio fueron misóginos y machistas, porque le preguntaron si ella iba gritando a viva voz por el pueblo si sufría violencia o si los vecinos le veían los moretones. Nunca se tuvo en cuenta que ella ya había hecho denuncias y hasta pidió una perimetral por hechos de violencia. Al año fuimos a Casación y ellos anularon todo el juicio”.

Violencia. En ese sentido, Alemán manifestó: “Mis dos hermanos más chicos vivían con mi mamá, y ellos me contaron que ella tenía una relación tóxica, habían presenciado escenas de violencia. Ella buscó asistencia, de hecho se la cita del juzgado de paz de Magdalena -con una jueza de por medio- donde se hace una mediación y le dicen que levante la perimetral de su parte para que Gómez le dé tres meses tranquila sin hostigarla ni amenazarla. Así, ella podía conseguir otro lugar para alquilar y a él no lo echaran del trabajo. Ella accedió. El Estado mismo la obligó a levantar una perimetral”.

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Por su parte, el abogado Adrián Rodríguez Antinao, defensor de Mendoza, explicó: “De los dos hábeas corpus, uno por el estado de salud de Marcela -que padece celiaquía y que además, producto del estrés y la mala alimentación tiene caída de pelo; manchas de psoriasis y otras cuestiones- y otro en razón de la sentencia dictada por la Sala I de Casación Penal que estableció que el juicio era nulo”. Por esto nos preguntamos por qué se han excedido del plazo razonable de privación de la libertad de una persona que tiene un principio de inocencia. Cuando la Sala dice que la sentencia es nula, dice que hubo mala praxis judicial y por lo tanto se encuentra sin ningún acto jurídico procesal que justifique la detención porque nunca intentó profugarse y la investigación ya terminó”.

“La condenaron sin pruebas, el fallo está redactado con una formación académica medieval, a tal punto que en uno de sus párrafos básicamente dice que las circunstancias de que pertenezca a un género débil, no le da derecho a mentir. Eso escribieron en una sentencia, y la fiscal de Cámara de Casación dijo ‘yo no puedo compartir esto y ninguna mujer lo puede compartir’. Como no hay pruebas, toda la sentencia se estructura en una dicotomía hombre bueno/ mujer mala. La Policía, que debe investigar, se limitó a hacer una actividad administrativa, es decir que recepcionó toda la información negativa contra Marcela en el pueblo, y aún así, no se pudo acreditar nada. Tenemos una mujer trabajadora; que había hecho una denuncia en contra de Gómez de 190 kilos, 1,90 metros. Ahora ¿por qué no sabemos nada de él? Porque no se investigó nada. No se sabe si tomaban psicofármacos; si no dormía; si tomaba depresivos; si la quiso quemar a Marcela o quiso inmolarse con ella. Eso lo tiene que explicar la Justicia. La sentencia está tan mal hecha que si hubieran tenido certeza de que fue ella, por la denuncia de violencia de género, esta mujer que fue totalmente abandonada por el Estado, tendría que haberse morigerado el monto de la pena. El Estado falló y no sólo eso, sino que condenó a perpetua a una mujer que sufrió un intento de femicidio”, añadió.

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Posible escenario. “Ahora, la Justicia puede determinar dos cosas: que se defina la situación procesal  a futuro de Marcela en libertad, que es lo que corresponde al tiempo transcurrido -es decir que se acepte el habeas corpus-; o que manifiesten que debe continuar privada de su libertad, y en ese caso, veremos las medidas judiciales a realizar. Marcela necesita estar con sus hijos, trabajar y recuperar el tiempo perdido. Ella confió en las instituciones y el Estado le falló.”, concluyó el letrado.

Salud debilitada. Mendoza es celíaca y según cuenta su hija: “Sigue muy descompuesta y fue enviada al hospital; le volvieron a hacer los estudios y el valor de referencia que da en los estudios es súper elevado. Está pesando 53 kilos, está deprimida y llora mucho y quiere salir en libertad, porque piensa que si ahora le revocan el juicio y le dan otro más, ¿cuánto tiempo tiene que esperar?”.

CP