POLITICA
PERFIL.COM ACOMPA A LA CANDIDATA

Todos los detalles de la gira de Carrió por Entre Ríos

Visitó tres ciudades en un día y se mostró feliz haciendocampaña. Dietas testimoniales, su "matrimonio político" y aspectos que nadie contó de la política que busca destronar a Kirchner. Su hilarante "stand-up" final.

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" Yo soy mística por eso no tengo miedo, de última me voy con Dios", dice Elisa Carrió apenas llega al aeroparque metropolitano, tratando de calmar a un periodista con miedo a volar. Es martes y son las 8 en punto, Lilita está de buen humor, saluda, se sienta y espera a su "compañero de campaña", Gerardo Morales, una suerte de marido político con quien recorre el país de cara al 28 de junio. Los minutos pasan y el jujeño no aparece. "Es que ayer estuvo en La Rioja y Córdoba, no para", lo excusa Carrió, que no aguanta y sale a fumar un cigarrillo, hábito que repetirá -incluso arriba del avión- en cada espacio libre que le deje la mini gira por Entre Ríos, que está a punto de iniciarse.

En campaña, las promesas son una constante, es por eso que la líder de la Coalición Cívica se despacha con una pequeña: "Chicos, conmigo la comida no es problema, ahora desayunamos en el avión", suelta confiada. Y agrega en chiste: "Tengo que empezar la dieta sino..., aunque va a ser una dieta testimonial", bromea. A las 8.30 llega Morales, con cara de dormido, compra todos los diarios, relata que ayer comió locro en cada acto que visitó y el viaje comienza.

El avión bimotor de 20 plazas corretea por la pista y Carrió se exalta: " ¡¿Cómo que no hay café?! Yo no desayuné pensando que nos iban a dar esas ricas medialunitas. Dieguito, hacé algo...", le dice a uno de sus voceros, Diego Villanueva. De inmediato, se voltea y, guiñando el ojo, comenta a los periodistas: " No hay desayuno, esto es como la pena de muerte". Se disculpa porque su promesa no pudo ser cumplida y charla de política con Morales, que va a su lado, en la fila siete. "Gerardo antes me decía que yo me relacionaba con el Espíritu Santo y ahora él se relaciona conmigo", cuenta, mientras hojea un diario y dice: "Mirá que linda foto le sacaron a la Presi".

En sus dos campañas presidenciales, en 2003 y 2007, Carrió ha recorrido el país de norte a sur, llenándose de anécdotas en cada punto cardinal. "En 2003 no teníamos un mango y sacamos el 15%, recorrimos la Patagonia en auto", recuerda a un periodista de La Nación que viene acumulando millas desde entonces junto a la chaqueña. Lilita mezcla chiste, pronósticos y da su visión de lo que será el 28 a la noche. " La manipulación va a ser feroz; el domingo sólo van a cargar Conurbano; el lunes los diarios no van a poder salir", vaticina.

A las 10.30 el avión aterriza en Concordia (primera parada del viaje). Hay aplausos porque hubo leves turbulencias, pero ya se está en tierra firme. Apenas baja del avión, Lilita enciende un pucho y recibe a sus candidatos. Los besos, abrazos y fotos se repetirán hasta el cansancio pues, como marcan los mandamientos de campaña, besar, abrazar y fotografiarse siempre suma. Ya en el teatro Auditorium , el "matrimonio político" reparte críticas al otro matrimonio, los Kirchner (o Kirner como pronuncia Carrió en sus actos), y vaticinan un triunfo de sus hombres y mujeres en la provincia ruralista por sobre los candidatos deBusti y Urribarri.

Después del acto, Carrió abraza a una marea humana, va a una reunión en la Sociedad Rural local, come algo rápido y va al hotel a dormir una siesta de dos horitas, mientras los militantes de Concordia almuerzan con Morales. A las 16 Carrió se levanta, se pega una ducha para "renovar toda su energía", aclara, y parte al aeropuerto para volar a Paraná (segunda parada). En el avión, Lilita está hiperkinética, inquieta. La candidata no deja de reírse, hablar, guiñar el ojo a todos. " Chicos, vieron qué linda que es Noticias Argentinas", dice en referencia a la (ahora sonrojada) cronista de la agencia y ante la platea masculina.

A la vera del río Paraná, se mezclan los carteles proselitistas: Atilio Benedetti, por Carrió; Cremer de Busti, esposa de Jorge Busti, por el kirchnerismo; y Armando Mandy Saliva, candidato PRO que tiene un aire a Carlín Calvo y posa junto a Macri. En el comité radical, la dupla Carrió-Morales hace otra conferencia de prensa. Se le critica a Carrió haber digitado "por teléfono desde Buenos Aires" el segundo puesto de la lista, que ocupa Hilma Re, ruralista de Diamante. Ella responde que Re fue elegida orgánicamente e ironiza: "Estoy orgullosa de Hilma, no me pueden criticar, nunca puse un marido en una lista".

Tras eso, ambos participan de una reunión con militantes en un gimnasio. Carrió y Morales dan un beso por paso, las señoras se abalanzan sobre Lilita y el senador jujeño, que tardan en llegar al escenario, donde, de fondo, un retrato del barbudo Leandro N. Alem observa como ha cambiado la convocatoria política en poco más de un siglo. Después, parten raudos a una breve entrevista en Canal 9 y, en combi, la caravana acuerdo-cívico-socialista sigue camino a Crespo, una pequeña localidad rural ubicada a 20 minutos de Paraná, tercera y última parada del tour Lilito .

"¿¡Están cansados chicos!?", lanza Carrió -que sigue intacta- mientras los cronistas, desacostumbrados al ritmo de campaña, asienten con la cabeza. La bienvenida es perfecta: empanadas y sandwichitos de miga. La chaqueña no oculta su alegría: "En ningún comité departamental de todo Entre Ríos nos dieron media factura a la mañana", dice entre risas, mientras come. La espera un galpón con cerca de 2000 personas, que vivan su nombre junto al del extinto presidente Raúl Alfonsín.

Son las 22.10 cuando empieza su discurso en el que mecha críticas con un show de stand up comedy político. "A ellos les encanta querellarme y a mi me encanta decirles banda de ladrones", sentencia haciendo reír a todos los presentes. "Yo sentada al lado de De Vido, un juicio divino", apunta afinando la voz y dejando en claro que tiene un "pijama a rayas" por las dudas y que jamás se amedrentará ante las denuncias por calumnias e injurias. El acto termina y es tiempo de volver aParaná para tomar el avión de regreso.

Después de 14 horas de campaña, la líder opositora sigue con las mismas energías que a las 8, entreteniendo a periodistas con sus anécdotas, esta vez sobre un viaje a Israel. Mientras, la mina gira por Entre Ríos va llegando a su fin y termina con un balance positivo. "Todo maravilloso mi amor, tengo ganas de dormir y que vos hagas la conclusión maravillosa que se te ocurra", responde Lilita a Perfil.com. "Comimos bien, las empanadas estaban ricas, lindos los discursos, lindo el acto... lindo viaje", agrega, y ratifica su confianza en dar la sorpresa, ganando la provincia de Buenos Aires y todo el país. Final del recorrido.

(*) Redactor de Perfil.com

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