“Ahora el jefe de mi campaña va a ser Insfrán”. María Eugenia Vidal se tomó con buen humor lo que fue, el lunes, un sacudón a su recorrida por Formosa de apenas 48 horas. Mientras caminaba en una calle local, el gobernador peronista Gildo Insfrán le envió un grupo de militantes al grito de “Viva Gildo”, que la acompañaron varias cuadras. “Que traigan todos los porteños que quieran que los vamos a pasar por encima”, dijo Insfrán antes de que llegue Vidal. Y luego, tras la partida de la diputada, se despachó: “Estuvo una señora y descubrió que Formosa tiene un atraso de 27 años. Yo creo que el atraso de ella debe ser mental”.
El cruce con el gobernador le valió un apoyo unánime a la legisladora nacional, desde la UCR, el PRO y la Coalición Cívica, desde el grupo de mujeres larretistas pasando por los distintos bloques parlamentarios.
Con todo, Vidal seguirá su campaña como precandidata presidencial. A sabiendas que la disputa entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich está en el centro de la escena, seguirá con sus viajes al Interior y tiene pensado reforzar su armado político en la Provincia de Buenos Aires.
En este marco tiene pensado viajar a La Rioja y a San Luis a comienzos de diciembre con una agenda basada en la actividad productiva. Sus incursiones en el Interior ya la llevaron a 19 de las 24 provincias. La agenda la arma su equipo más cercano con el jefe del bloque del PRO, Cristian Ritondo, su ex jefe de Gabinete, Federico Salvai y la diputada Mercedes Joury, entre otros colaboradores. En algunas ocasiones hay interconsultas con Pablo Knopoff de Isonomía, quien comenzó a aconsejarla después de las PASO de 2021 en la Ciudad. A él se le suma Guillermo “Guillo” Garat.
Paralelamente viene sosteniendo una agenda paralela con fuerte inserción en la Provincia de Buenos Aires, tanto en el Conurbano como en el Interior.
En el primer caso una vez por semana viene recorriendo distintos municipios. En particular, lejos de los centros comerciales, elige villas o asentamientos. Una vieja rutina para ella en sus cuatro años como gobernadora. Pocos lo saben, pero quien la acompaña allí es Milagros Maylin, una vidalista de pura cepa que tomó notoriedad pública tras transformarse en la mujer de Larreta. Pero la historia política de Maylin se origina en ser una de las dirigentes más cercanas a Vidal. De hecho ocupó, a fines de 2017, el Opisu, el organismo encargado de urbanizar villas en el Conurbano.
En este contexto, apuntará a sumar fuerzas en territorio bonaerense con Ritondo como su candidato a gobernador. De hecho cerró el encuentro que encabezó el ex ministro de Seguridad en Pinamar donde hubo macristas de pura cepa como Hernán Lombardi e intendentes de renombre como Guillermo Montenegro (Mar del Plata), Martín Yeza (Pinamar y jefe de los equipos técnicos de Ritondo) y Néstor Grindetti, de Lanús (también precandidato a gobernador), entre otros. A ellos se le suma un nutrido grupo de dirigentes y diputados provinciales y nacionales que están jugando para que Vidal pelee la PASO nacional.
