La automarginación del gobierno nacional, ahora presidido por Cristina Fernández, de la disputa sindical, lejos de generar un clima de paz gremial disparó al jefe de la CGT. Hugo Moyano no hizo mas que marcar su territorio y enviarle un mensaje a Fernández de Kirchner: como durante la gestión de Néstor Kirchner, la Casa Rosada debe inmiscuirse en la interna del moyanismo con el barrionuevismo, e inclinarse por el camionero.
Algunas voces kirchneristas sostienen que antes de los comicios del 28 de octubre hubo un encuentro de los Kirchner con el líder camionero, en el que la ahora presidenta le adelantó que no estaba en sus planes respaldar su reelección en la CGT en julio próximo.
La inseguridad en contar con el respaldo del gobierno, sumado a las duras negociaciones salariales que se avecinan y el rol que podría jugar el Ejecutivo, muy distinto al acuerdo del 20 por ciento sellado para las anteriores paritarias, generaron una incertidumbre que Moyano se encargó de reflejar.
En el gobierno, salieron de inmediato a relativizar cualquier conflicto pero lo cierto es que, un día después de la asunción presidencial, los títulos principales de los medios de comunicación fueron ocupados por el camionero y no por la presidenta.
Quizás no haya sido casual que la Jefa de Estado instruyera esta mañana en la residencia de Olivos al ministro de Trabajo, Carlos Tomada, para respaldar en el Senado, en forma categórica, el proyecto de eliminación de los tickets y convertirlos en remunerativos. Ocurre que la aprobación del proyecto de ley propuesto por el abogado cegetista Héctor Recalde, implica mas dinero para las arcas de los sindicatos.
Sin embargo, el panorama político podría ensombrecerse aún mas para el gobierno nacional, a partir del retorno del caso Guido Antonini Wilson o "la valija del venezolano". Tres venezolanos y un uruguayo fueron detenidos y llevados este miércoles ante una corte federal de Miami acusados de conspirar con el estadounidense-venezolano Guido Antonini Wilson cuya captura es pedida por Argentina por un ingreso ilegal de 800 mil dólares a ese país.
Pero lo mas inquietante para la política vernácula es que, según informaron agentes federales a agencias internacionales, los documentos judiciales sostienen que ese dinero estaba destinado a ayudar a uno de los candidatos presidenciales en las elecciones del 28 de octubre en la Argentina. La revelación del nombre del dirigente político podrían sacudir la monotonía del escenario nacional, a pocos días de las fiestas y del receso de verano.
En el horizonte cercano se avizoran, además, marchas de protesta de organizaciones sociales que tendrán como blanco tanto al gobierno nacional como al porteño, que ahora encabeza Mauricio Macri. Cristina Fernández, Mauricio Macri y Daniel Scioli, deberán transcurrir un camino sinuoso, tal vez muy distinto al que habían imaginado, al menos para los primeros meses, cuando decidieron embarcarse en sus respectivas candidaturas.