María Eugenia Vidal le pone el hombro a una campaña adversa. Ayer escuchó en una reunión privada a intendentes del oficialismo, muchos de ellos al borde de no conseguir un segundo mandato. Este jueves, le tocó el turno a los diputados y senadores provinciales.
En la residencia de La Plata, Vidal bajó un mensaje “motivador” para tratar de mejorar la performance del 11 de agosto, una tarea difícil. En las PASO, el Frente de Todos venció a Juntos por el Cambio por 19 puntos en la provincia de Buenos Aires. Pero tanto con los intendentes como con los legisladores Vidal bajó el mismo discurso que Marcos Peña a los “voluntarios”: escuchar a la gente y no dar por perdida la batalla.
Pero la inesperada diferencia entre el oficialismo y la oposición en las urnas, aumentó la tensión interna en el oficialismo. En la reunión con diputados y senadores eso estalló. La gobernadora escuchó varias opiniones. Cuando le tocó hablar, el diputado Guillermo Bardón, del riñón de Emilio Monzó, se descargó: “Si la autocrítica no es hoy, ¿cuándo uno la va a hacer? La autocrítica es buena cuando lo que se quiere es revertir los fracasos”, comenzó, según pudo reconstruir PERFIL.
Un video en el que se ve a la gobernadora bonaerense en Morón depertó críticas
Luego dijo: “Si no tenemos la capacidad para reconocer que lo que pasó fue un verdadero fracaso, ahora que perdimos por 20 puntos, y que no hubo el corte de boleta que se pregonaba y si seguimos depositando la culpa en el otro, no veo posibilidad de revertir la situación. Me gustaría saber qué autocrítica se hace de lo que pasó”.
La pregunta quedó sin respuesta. Es que la relación entre Vidal y Monzó está rota hace rato. La terminó de dinamitar el cierre de listas, cuando la gobernadora dejó afuera a varias espadas del presidente de la Cámara de Diputados de la Nación y lo relegó a un segundo plano.
Nunca tuvieron buena relación pero el escenario electoral la hizo explotar por los aires. “Hablan ahora que se saben afuera”, dijeron desde La Plata, en respuesta al malestar que expresó Bardón. Habrá que ver si más temprano que tarde esa tensión deriva en una ruptura legislativa. Monzó también quedó desencantado con Mauricio Macri. Siempre pregonó por la incorporación de más peronismo al macrismo y más diálogo con la oposición, pero su postura no logró imponerse al "purismo" que promovió Marcos Peña.
Vidal sigue con su agenda. Tuvo luego reuniones internas en el Gobierno bonaerense y la semana que viene podría reunirse con los denominados “sin tierra”, los candidatos a intendente en distritos que gobierna el peronismo.
MC