La presidenta Cristina Fernández y el vicepresidente Julio Cobos compartieron esta noche un acto luego de 17 días, tras el distanciamiento abierto entre ambos a raíz de las diferencias en torno al conflicto agropecuario. Cobos llegó a la cena de camaradería de las Fuerzas Armadas junto a su esposa Cristina Cerruti y esperó protocolarmente a la jefa del Estado junto a los altos jefes militares, en un pequeño salón del edificio Libertad. En esos minutos que parecían interminables, el único que se acercó para charlar con el vice fue José "Pepe" Pampuro. Según cuentan los que transitan el Senado, Pampuro es uno de los pocos dirigentes que, aún en estos días tumultuosos, no ha alterado su relación con Cobos y no pocos lo identifican como el único lazo de "mediación" que quedan entre el matrimonio Kirchner y el mendocino.
Cuando se encontraron, testigos del encuentro señalaron que el saludo entre ambos fue "ni frío ni afectuoso". Luego, la Mandataria junto a la ministra de Defensa, Nilda Garré, se dirigieron al salón Libertad para ocupar sus lugares en la mesa principal. El presidente provisional del Senado, José Pampuro, caminó detrás de la jefa del Estado y, en tercer lugar, Cobos de la mano de su esposa.
Ya sentados en la mesa y luego del discurso presidencial, llegó el momento del brindis: Cristina Fernández y Julio Cobos brindaron por la Patria pero sus copas nunca se tocaron. Ambos compartieron la mesa sin disimular cierta frialdad en el vínculo.
El último acto que el radical K había compartido con la presidenta Kirchner fue hace ya 17 días en el conurbano bonaerense donde se conmemoró el Día de la Bandera. A partir de allí, las críticas de funcionarios del gobierno (como el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el ministro del Interior, Florencio Randazzo) y varios sectores del arco oficialista apabullaron al vicepresidente que, en reiteradas oportunidades, aclaró que no renunciaría a su cargo, al tiempo que pidió "respeto" a las instituciones y a la democracia. Esta mañana, Alberto Fernández endureció su postura y aseguró que el vicepresidente "no es una figura prescindible del Poder Ejecutivo".
En diálogo con radio América, dijo que "no es el Senado de la Nación el lugar donde debería llevarse adelante todo lo que llevó, porque objetivamente son los senadores los que votan, los que tienen comisiones y los que llevan adelante la tarea Legislativa".
"El vicepresidente no tiene funciones legislativas", lanzó el funcionario y finalizó que "institucionalmente es malo" que Cobos no trabaje "en consonancia con el Poder Ejecutivo". La relación de Cobos y el gobierno nacional ingresó en un cono de sombra al inicio del conflicto con el campo por el polémico proyecto que impulsa las retenciones móviles.
Esta situación se agravó cuando el vicepresidente pidió, sin consultar al Ejecutivo Nacional, la intervención del Congreso en la crisis que incluyó cortes de ruta, desabastecimiento, cacerolazos y actos a favor y en contra de la iniciativa oficial.
Esa misma semana, la jefa de Estado, Cristina Fernández de Kirchner, envió finalmente el proyecto a la Cámara Baja, pero el distanciamiento con Cobos resultó inevitable. Otro hecho que agravó la relación con el gobierno fue la convocatoria de Cobos a gobernadores de las provincias con intereses sojeros, con el objetivo de tratar las retenciones.
Esta iniciativa fue boicoteada por el oficialismo, por lo que los mandatarios kirchneristas decidieron faltar a la cita, y sólo asistieron los opositores Hermes Binner (Santa Fe), Alberto Rodríguez Saá (San Luis) y Juan Schiaretti (Córdoba).
Ayer, Cobos insistió en que no renunciará "en ninguna circunstancia" y le pidió al jefe de Gabinete, Alberto Fernández, "respeto a la institución" de su cargo, tras las duras críticas por su accionar en el conflicto del agro.
"Descalificar al vicepresidente no le hace bien a la democracia. Lo único que pido es respeto a la institución, al vicepresidente", reclamó en distintos reportajes publicados por los principales diarios del país. Cobos salió así al cruce de las declaraciones del jefe de Gabinete, quien el viernes pasado lo acusó de "afectar la democracia" y de "confundir los roles institucionales" por convocar al Senado a oficialistas y opositores para debatir el tema de las retenciones.
Fuente: DYN