POLITICA
Ya lo haba dicho tabar hace dos aos

Uruguayos reconocen que papeleras contaminarán

La mitad de la población considera que Botnia impactará negativamente en el medio ambiente. Sin embargo, la gran mayoría piensa que es el gobierno de Tabaré Vázquez el que debe garantizar el control.

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A pesar del amplio apoyo que recibe en Uruguay la instalación de la planta de celulosa en la ciudad de Fray Bentos, la mayoría de la ciudadanía entiende que impactarán negativamente en el medio ambiente, argumento que utilizó la Argentina para oponerse a la construcción de la empresa Finlandesa Botnia y que enfrentó a ambos países en un conflicto que cruzó las fronteras y llegó a la Corte de la Haya.

Si bien una gran mayoría cree que la pastera contaminará, no todos ven el problema de la misma manera. La mitad de los uruguayos entiende que se podrá manejar, mientras que un 13 por ciento teme que las pasteras sean “muy” contaminantes.

A pesar de reconocer el daño que puede producir la empresa Botnia, el 80 por ciento de los uruguayos se declara partidario de la instalación de la pastera en la medida que el gobierno garantice su control. Así lo reveló una encuesta realizada por la agencia uruguaya Interconsult.

"La batalla por las plantas de celulosa ha sido el tema predominante en nuestro país desde el último cuatrimestre del 2005. Algunos uruguayos nos hemos preguntado qué hubiera ocurrido si no se hubiera dado la virulenta reacción de los ambientalistas de Gualeguaychú, o si el presidente argentino no hubiera sido alguien con la particular personalidad de Néstor Kirchner", manifestó el ingeniero Juan Doyenart Doyenart, director de Interconsult, al diario Ultimas Noticias.

Uno de los grupos más críticos a la instalación de las pasteras son los ambientalistas uruguayos. Algunas de estas organizaciones se preguntan qué hubiera dicho la opinión pública uruguaya sobre las plantas de celulosa –a las cuales consideran altamente contaminantes- si no se hubiera dado el enfrentamiento con Argentina.

El medio recuerda que, en el 2004, el propio Tabaré Vázquez se expresaba en contra de dichas plantas por considerar que eran un "desecho tóxico" que enviaban los países ricos.

Fuente: Télam