Luego de las críticas recibidas por la infructuosa negociación con Pfizer para adquirir su vacuna contra el COVID-19, pese a que la empresa realizó parte del estudio de fase 3 en Argentina, el Gobierno nacional anunció hoy que retomará las negociaciones para adquirir dosis de la inyección. Así lo confirmó este martes 27 de abril la asesora presidencial Cecilia Nicolini.
"Se han retomado las negociaciones con Pfizer, buscando generar algunos cambios para avanzar en un posible contrato", expresó Cecilia Nicolini este martes 27 de abril en declaraciones a Ahora Dicen (Futurock FM).
"Las negociaciones a veces se frenan y luego se retoman; en ningún caso están cerradas, pero tiene que haber acuerdo entre las partes, y eso significa no solo ponerse de acuerdo en las cláusulas con las que en su momento no estábamos de acuerdo, sino también tener una propuesta interesante para el país de entrega en tiempo y forma de esas vacunas", comentó Cecilia Nicolini, y recalcó: "En general seguimos dialogando y en cuanto podamos firmar nuevos contratos lo anunciaremos".
"La ministra de Salud (Carla Vizzotti) junto con todo el equipo retomó las negociaciones con Pfizer para entender el estado de situación y cómo se pueden generar algunos cambios para avanzar en un posible contrato", señaló la asesora del presidente Alberto Fernández, y ratificó que "tiene que haber acuerdo entre las partes".
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Pfizer: negociaciones y "cuestión legal"
En rigor, el contacto de la Casa Rosada para reanudar el diálogo con Pfizer comenzó meses atrás. La secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, mantuvo el lunes 21 de diciembre una reunión en Balcarce 50 con ejecutivos de la filial argentina de la farmacéutica estadounidense y un representante del Ministerio de Salud, donde se abordaron los términos legales para lograr un acuerdo entre ambas partes.
Fuentes del Gobierno explicaron por esos días a PERFIL que la reunión fue para “destrabar la cuestión legal” que puso pausa a la adquisición de las dosis que el laboratorio estadounidense creó junto a la firma BioNTech. El Gobierno aseguraba tener “toda la predisposición” para que pueda concretarse, y trabajan en ese sentido.
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La vacuna COMIRNATY/BNT162b2 obtuvo el registro de emergencia por parte de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) el pasado 22 de diciembre, luego de que Argentina participara del ensayo de Fase 3 de la vacuna de Pfizer. Mediante la Disposición 9210/20, el organismo había subrayado que el desarrollo presentaba "un aceptable balance beneficio-riesgo".
Pero las negociaciones no llegaron a buen puerto. Según diversos informes periodísticos internacionales, Pfizer habría establecido cláusulas "abusivas" en la letra chica del contrato, como —supuestamente— solicitar que se ofrecieran como embajadas, bases militares y otros activos como garantía ante una eventual demanda por efectos adversos de la vacuna.
En febrero pasado, cuando todavía no había estallado el escándalo del Vacunatorio VIP, el entonces ministro de Salud, Ginés González García, explicó ante la Cámara de Diputados por qué se trabaron las negociaciones: Pfizer "se portó muy mal" con el Gobierno, sostuvo entonces el funcionario.
"Yo he tenido una gran desilusión. No sé si es que no tienen las vacunas suficientes, como ha pasado en casi todos los lugares del mundo, donde no han cumplido, o si existe otra razón. Pero el proceder de esta empresa no ha sido en correspondencia con cómo se ha comportado Argentina con la empresa", manifestó González García ante la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados.
En la misma línea, Jorge Rachid, médico sanitarista y asesor del gobierno de la provincia de Buenos Aires, reveló que Pfizer pidió al gobierno nacional “garantías” a cambio de la vacuna contra Covid-19 desarrollada junto a la empresa alemana de biotecnología BioNTech.
“Desde la empresa Pfizer pidieron una ley con garantías, con bienes inembargables que incluía petróleo, glaciares”, aseguró Rachid en declaraciones a la radio rosarina LT8, calificando estas condiciones como “inaceptables”.
AB/FF
