En su celda en Campo de Mayo, condenado a prisión perpetua por crímenes de lesa humanidad, despojado del grado militar que lo identificaba como la persona más poderosa del país, Jorge Rafael Videla recuerda las vísperas del golpe de Estado que abriría paso a la dictadura que él presidió durante cinco largos años.
Es una entrevista exclusiva, la primera que brinda. Fue hecha por escrito, a través de un militar retirado que le llevó mis preguntas a la cárcel y tomó nota de sus respuestas; luego este “correo” pasó en limpio las respuestas y, en otra visita, se las leyó; Videla firmó la última página en señal de conformidad.
Un mes después, envié, por la misma vía, seis repreguntas, para aclarar algunas fechas y conceptos. Videla me las contestó por escrito, en lápiz. Parte de las respuestas de Videla fueron utilizadas para mi último libro, Operación Primicia. La otra parte se publica por primera vez, cuando se está por cumplir el aniversario número 35 del golpe.
Videla, que tiene 85 años y goza de buena salud, afirma que el 5 de enero de 1976 la presidenta Isabel Perón lo citó a la residencia de Olivos, junto con otros dos jefes militares: el almirante Emilio Massera y el brigadier Orlando Agosti. “Estaban presentes varios funcionarios, entre ellos Raúl Lastiri (titular de la Cámara de Diputados y yerno del ex hombre fuerte del gobierno, José López Rega) y el embajador argentino en el Uruguay, Guillermo de la Plaza, entre otros.”
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(*) Autor de Operación Primicia. El ataque de Montoneros que provocó el golpe de 1976.