Por los incendios forestales en Moscú, el número de víctimas ascienden a 52, reportaron hoy las agencias internacionales mientras miles de efectivos luchan para contener el fuego que ya destruyó 700 mil hectáreas de bosques y que amenaza, incluso, al centro de investigación atómica ruso en Zarov, a unos 400 kilómetros al este del país.
Al menos tres aeropuertos del país se vieron afectados por el avance de las llamas y el miércoles último el denso humo que cubría el cielo retrasó vuelos durante varias horas. Por la situación del país, los mandatarios de Alemania, Italia y Polonia se comunicaron con el presidente Dmitri Medvédev ofreciendo colaboración.
Según el jefe de estado ruso, estos son los peores incendios forestales de los últimos cuarenta años. Sergei Shoigu, ministro de Emergencias, resaltó que en una las regiones del país, Bryansk, el fuego amenaza con ir más allá: en esa zona, contaminada desde hace más de 20 años por la explosión de Chernóbil, las llamadas podrían liberar a la atmósfera partícular radioactivas dañinas.
En este marco, las autoridades han pedido a la población que eviten salir a la calle para evitar los golpes de calor - las temperaturas llegan a los 35 grados - y que utilicen máscaras para protegerse de posibles enfermedades respiratorias. Los incendios en el país ya arrasaron con más de 10 millones de hectáreas de cultivos.