PROTAGONISTAS
La cultura, de luto

Almudena Grandes murió a los 61 años y dejó un legado que excede lo literario

Con su exitoso debut con Las edades de Lulú, la escritora española fue un referente de la literatura contemporánea. Y fuera de los libros, también se celebró su frontalidad discursiva.

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Multifacética. Autora prolífica, columnista y conferencista didáctica. Ya en 2020 había hablado de su salud. | Télam

En una de las últimas columnas que escribió para el diario El País, Almudena Grandes hizo una pintura de cierto prototipo de políticas españolas que también podría aplicarse a la Argentina, incluyendo al género masculino. “Las nuevas líderes de la derecha son juveniles, atractivas, brillantes y, sobre todo, malas. Están dispuestas a mentir, a conspirar, a influir y a hacer daño. (…) Caerán bien, caerán mal, pero suponen uno de los aspectos más interesantes de la política española actual”, explicó la escritora y ejemplificó con dos nombres la argentina-española Cayetana Álvarez de Toledo y la madrileña Isabel Díaz Ayuso. Almudena Grandes siempre fue “de izquierdas” y fiel a esa postura aceptando los riesgos en una España complicada con el ascenso de la derecha y del franquismo reloaded. Por eso, mucha de esa frontalidad, claridad de conceptos y compromiso comenzaron ya a extrañarse a horas de conocerse su muerte, a los 61 años. Ella misma también había anticipado en sus columnas de 2020 que padecía cáncer. 

Prolífica. Con poco margen de error, podría afirmarse que, tanto en España como del otro lado del Atlántico, Las edades de Lulú fue un potenciador de la experimentación sexual por el mero placer físico. Algunos llegaron al libro –publicado en 1989– después de ver la película homónima, que dirigió Bigas Luna en 1990 y que descubrió para el cine a un joven debutante, Javier Bardem. A ese éxito editorial –y su presentación en sociedad como escritora– le siguió una larga lista de libros: Te llamaré Viernes, Malena es un nombre de tango, Atlas de geografía humana, Los aires difíciles, El corazón helado o La madre de Frankenstein, así como también los volúmenes de cuentos Modelos de mujer y Estaciones de paso. En 2010, con Episodios de una guerra interminable, comenzó una saga que recorría lo peor de la historia del siglo XX en seis libros cuyos temas ella ya se había prefijado. A tanto títulos también les correspondieron numerosos premios que sumará Wikipedia. Pero lo importante es su legado, uno que finalmente trascenderá su lamentable muerte.