PROTAGONISTAS
el polemico dueo de swiss medical

Belocopitt: del copago al cine, la TV y el fútbol amateur

El fuerte reclamo de los prestadores de salud prepaga lo ubicó en el centro de la escena. Fuera de ella, su pasión es jugar a la pelota con amigos y la producción audiovisual.

Cualidad. Dice que trabaja mucho, pero no se considera un obsesivo de esos que por la noche trasladan la oficina a la casa.
| Gentileza Jorge Soloaga

“Hay una percepción periodística, política y judicial de que las empresas de medicina prepaga son especuladoras, angurrientas y despiadadas. Esto hace que, cuando se tiene que legislar o fallar judicialmente, las compañías sean muy castigadas”, decía en mayo de 2008 Claudio Belocopitt a la revista Fortuna.

El presidente de Swiss Medical Group fue noticia esta semana cuando confirmó la suspensión de la iniciativa por la cual las empresas de medicina prepaga tenían la intención de realizar copagos. El miércoles pasado, en el sector se había anunciado que a partir del lunes 8 de septiembre comenzarían a cobrar a sus afiliados adicionales de 50 o 100 pesos, de acuerdo con el nivel de complejidad de la prestación, a raíz de que la Secretaría de Comercio les había autorizado un incremento del 7,5% en los aranceles desde octubre, un punto y medio porcentual por debajo de sus pretensiones. La palabra de Belocopitt tiene peso. Además de ser el titular de Swiss Medical, es también el vicepresidente de la Cámara de Instituciones Médico Asistenciales.

Dueño. Pero ¿quién es este empresario que mantiene sus idas y vueltas con el Gobierno? Tiene 53 años, es contador y está casado con una odontóloga. Es padre de dos hijos: Facundo, de 20 años, y Julieta, de 14. Desde muy chico estuvo vinculado al sector, ya que su padre también fue un empresario de la salud, hasta que falleció dejando una obra inconclusa. Dicen que ya desde los 12 años tenía claro que el rumbo de su vida se orientaría al negocio de la salud. Su padre fue director general del Sanatorio Metropolitano, uno de los más importantes en los años 70. Una vez recibido de contador, hizo un breve paso por la Bolsa de Comercio.

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Fue a los 29 años cuando el presidente de Swiss Medical le dio forma al proyecto y nació lo que hoy es la Clínica y Maternidad Suizo Argentina.
Desde sus comienzos siempre estuvo al pie del cañón a la hora de ponerse la camiseta y defender con uñas y dientes a las empresas de medicina prepaga. Según él, la actividad con menos margen de rentabilidad del país. “Los empresarios de las tres o cuatro empresas grandes que quedan en el país somos tipos que ponemos la vida en esto y realmente hacemos milagros. Pero así y todo no logramos conformar a nadie. Todos los días salen titulares en los diarios: ‘Los empresarios de medicina privada deberían cubrir las enfermedades de celíacos’, o ‘Deberían cubrir el banding de la obesidad’. Deberían, deberían, deberían... ¿Cómo se financia este ‘deberán’?”, decía en otra entrevista.

Belocopitt dedica muchas horas al trabajo, aunque también preserva un tiempo para su familia. “No soy de esos obsesivos que llegan a la oficina a las 7 de la mañana, se van a las 10 de la noche y se llevan trabajo a casa”, señaló en una nota. Uno de los pasatiempos que lo entusiasman es el fútbol, y no sólo como espectador. Una vez al mes, con un grupo de amigos y conocidos, participa de un torneo cerrado. Además, entrena a diario
La producción televisiva también integra su universo. Fue productor de Antonio Gasalla y socio de Marcelo Tinelli en Radio del Plata y de Daniel Hadad en Canal 9. “Estas actividades me sacan de la vorágine diaria y son interesantes”, dijo. Junto con Gerardo Rozín posee una productora, y por Telefe tiene al aire el programa Gracias por venir. Su reciente participación en la producción cinematográfica fue junto al grupo Kramer & Sigman Films, por la película de Damián Szifrón Relatos salvajes.

En junio de 2013, cuando falleció Federico Ribero, se lo vio compungido en el último adiós en el cementerio. Es que Ribero, el mejor amigo de Tinelli, estaba por aquel entonces siguiendo su tratamiento en el Sanatorio de los Arcos. “Conozco a Claudio y a su familia desde hace algunos años, es amigo y una excelente persona. Se ha portado siempre de manera impecable con mi familia. Acompañó a Fede en todo su tratamiento desde el día uno. Sólo tengo para con él palabras de agradecimiento”, contó a PERFIL Andrea Bursten, viuda de Ribero.